Juego sucio: el boicot contra Hanna K. (1983), de Costa-Gavras

Julián Sorel rescata del olvido el boicot montado hace 40 años contra el cineasta griego Costa-Gavras por su película Hanna K.

"Costa-Gavras pagó cara la sensibilidad y la humanidad de su aproximación al drama palestino"
"Costa-Gavras pagó cara la sensibilidad y la humanidad de su aproximación al drama palestino"

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Costa-Gavras pagó cara la sensibilidad y la humanidad de su aproximación al drama palestino en Hanna K., película perjudicada por una feroz campaña contra su difusión, duramente criticada en la prensa y rápidamente retirada de circulación por su distribuidora (1).

Un ejemplo reciente del empleo del anatema de antisemita contra los críticos del Estado de Israel para descalificar sus opiniones es el del filósofo italiano Gianni Vattimo, fallecido en septiembre. El gobierno de su propio país se negó a guardar un minuto de silencio en su conmemoración por su supuesto «antisemitismo» (2).

Lo que sigue es una glosa al artículo del profesor Manuel Pérez publicado en esta misma edición de El Suplemento Cultural (3), donde nuestro colega denuncia la confusión malintencionada de las críticas al gobierno de Israel con muestras de «antisemitismo» y recuerda la película Hanna K. (1983), del cineasta griego Costa-Gavras. Al respecto, rescatamos algunos aportes de diversos autores sobre las acusaciones de «antisemitismo» y la campaña montada contra Hanna K. en la década de 1980.

Edward Said (1983)

Al ver Hanna K., en 1983, el pensador palestino Edward Said (1935-2003) escribió un artículo premonitorio: «Costa-Gavras nos permite –por primera vez en una película americana o europea, y sin maquillar nada– ser testigos de la causa palestina gracias a una historia humana creíble. Sospecho que esto hará que a muchas personas no les guste la película. […] Que Costa-Gavras haya hecho una película sobre esto es, dada la coyuntura sociopolítica y estética actual, un acto de solidaridad humana y política enormemente valiente. No obstante, para que Hanna K. cumpla su misión, debe abrir un gran debate. Por desgracia, quizá los espectadores no lleguen a verla si, por razones políticas, se retira rápidamente de cartelera o tiene poca difusión» (4). Los hechos no tardaron en confirmar las palabras de Said.

Cheryl Rubenberg (1986)

En Israel and the American National Interest: A Critical Examination (5), de 1986, la politóloga estadounidense Cheryl Rubenberg (1946-2017) escribió: «La industria del entretenimiento ha contribuido tradicionalmente a la simpatía estadounidense por Israel con películas y docudramas populares como Exodus, The Chosen, Golda, Entebbe y otros. Nunca se hizo una película que reflejara la perspectiva palestina hasta Hannah K., de Costa-Gavras, en 1983» (p. 340). «Los grupos proisraelíes estaban en extremo preocupados por Hanna K. y su mirada comprensiva de la cuestión palestina. B’nai B’rith hizo circular un memorando interno advirtiendo a los miembros qué comentarios podían hacer en la prensa local si la película se exhibía en sus ciudades. Adjuntas al memorando había críticas, escritas por Shimon Samuels y Abba Cohen, de la sede francesa de B’nai B’rith, con los argumentos que los partidarios de Israel debían usar contra la película. Hanna K. se estrenó en varias ciudades estadounidenses, se mantuvo por corto tiempo ante críticas negativas prácticamente universales (cuando se dignaban reseñarla) y luego fue abruptamente retirada de circulación por el distribuidor estadounidense. Un distribuidor de Chicago comentó extraoficialmente que, si bien no se podía probar que fue retirada por presión política, los distribuidores “comprendieron” que la película era inaceptable para los partidarios de Israel, gente muy importante y con muchos amigos en la industria del entretenimiento…» (p. 341).

Jack Shaheen (2001)

En Reel Bad Arabs: How Hollywood Vilifies a People, publicado en Nueva York en 2001 (6) y base del documental homónimo de 2006 (7), Jack Shaheen (1935-2017) hace revelaciones clave sobre el boicot contra Hanna K. en la época de su estreno. Traducimos tres pasajes de ese libro:

«Dos películas anteriores al 11 de septiembre que muestran a los palestinos como seres humanos son Hanna K. (1983) y The Little Drummer Girl (1984). Sin embargo, Blockbuster y Netflix no incluyen estas dos películas de los 80 en sus extensas listas en línea. Tampoco están en venta en los principales distribuidores de películas, como Amazon.com y Movies Unlimited» (p. 2).

«Hubo un tiempo en que el antisemitismo prevalecía en toda nuestra nación, al punto que cuando Darryl F. Zanuck (que no era judío), de 20th Century Fox, decidió filmar Gentlemens Agreement (1947), novela sobre el antisemitismo en la América actual, los magnates judíos del cine trataron de disuadirlo. Por temor a una reacción violenta, señala Jeffrey Richards en Hollywood’s Ancient Worlds, “también hubo intentos de disuadir a Dore Schary, jefa judía de RKO, de filmar otro ataque al antisemitismo, Crossfire (1947)”. Pero tanto Zanuck como Schary realizaron esos films clásicos. Dos excelentes películas que han resistido la prueba del tiempo, exponiendo el racismo y la intolerancia disfrazados.

Lo he dicho antes, pero vale la pena repetirlo. Para ayudar a romper estereotipos, un gran estudio debería hacer remakes de ambas películas, con estrellas como protagonistas. Solo que estadounidenses» (pp. 5-6).

«Hanna K. fue atacada por críticos conservadores alarmados por su postura “propalestina” y su relato “sesgado” del conflicto palestino-israelí. Como el debut generó controversia, Universal comenzó a retirarla de circulación. Hanna K. nunca se estrenó en Boston, y tampoco se exhibió comercialmente en Washington, DC. En 1984, sin embargo, fue proyectada en la conferencia del Comité Árabe-Estadounidense contra la Discriminación en Washington, DC. El profesor Edward Said explicó que, como “trata directamente de los derechos de los palestinos”, los distribuidores comerciales no la pusieron a disposición de la mayoría de los cines del país. La productora, Michèle Ray, afirmó que “luego del estreno en París, la crítica europea fue hostil. Nadie escribió sobre el tema político de la película, sobre los derechos del pueblo palestino. Fue la primera vez que esto le sucedió a Costa”.

Inmediatamente después del estreno, la oficina de Nueva York de la Liga Antidifamación de B’nai B’rith (Anti-Defamation League, ADL) emitió un análisis político de seis páginas condenando a Hanna K. El 10 de octubre de 1983, un memorando de ADL Media Watch fue enviado a las oficinas regionales, indicando a los miembros cómo abordar las “inexactitudes e implicaciones prejuiciosas” de Hanna K. en la prensa. Simon Shamuels, director de la oficina europea de ADL, y Abba Cohen, subdirector del Departamento de Asuntos de Oriente Medio, escribieron: “La película no enseña nada sobre las realidades actuales... Costa-Gavras recurre, a veces, a lo insidioso y al odio. Se sugiere que una decidida política israelí busca borrar todo rastro de presencia palestina en Cisjordania y Gaza”. La película “es una historia superficial y sin sentido, plagada de simplificaciones excesivas, inexactitudes y distorsiones. No aporta nada a una discusión reflexiva; no ofrece nada a quienes desean la paz”.

Días después del memorando de ADL (14 de octubre de 1983), el crítico John Simon, del New York Magazine, apareció en el segmento de Nightline, de ABC-TV, “The Movies”, repitiendo la postura de ADL. Criticó a Hanna K. y le dijo al presentador, Ted Koppel, que la película estaba “pensada para congraciarse con la OLP”…» (pp. 253-254).

Ángel Fernández-Santos (2003)

Cuando Hanna K. se estrenó en España, el recordado guionista y crítico cinematográfico Ángel Fernández-Santos (1934-2004) escribió: «Película maldita, hecha en 1983 y luego reducida al silencio y al olvido a causa de un falso anatema de antisemita que le colgó la extrema derecha sionista. Fue este silencio el peaje por la osadía de presagiar la inmensa tragedia de Palestina y lo que da hoy a este viejo filme inédito una desazonadora vigencia» (7).

Fernández-Santos alcanzó a ver Hanna K. meses antes de morir: las líneas arriba citadas aparecieron en El País en octubre de 2003.

Hubo que esperar veinte años para ese estreno.

Notas

(1) https://resumen.cl/articulos/el-conflicto-en-palestina-a-traves-del-cine-hanna-k-de-costa-gavras

(2) Montserrat Álvarez: «Polémica en Italia: el partido gobernante no participará del minuto de silencio en memoria del filósofo Gianni Vattimo».

(3) Manuel Pérez: «Costa-Gavras en el recuerdo, y un aviso de alerta para el presente». El Suplemento Cultural, 12/11/2023.

(4) Edward Said: «'Hanna K.’: Palestine with a Human Face». Village Voice, 11/10/1983, p. 45.

(5) Cheryl Rubenberg (1986). Israel and the American National Interest: a Critical Examination. Chicago, University of Illinois Press, 447 pp.

(6) Jack Shaheen (2001). Reel Bad Arabs: How Hollywood Vilifies a People. Nueva York, Olive Branch Press, 574 pp.

(7) Reel Bad Arabs: How Hollywood Vilifies a People (Documental, 2006): https://www.youtube.com/watch?v=TPxak6lFd-I

(8) Ángel Fernández-Santos: «Costa-Gavras rescata ‘Hanna K.’ del silencio a que fue reducida». El País, 25/10/2003.

(*Traducción del inglés de los textos originales de E. Said, C. Rubenberg y J. Shaheen: Julián Sorel.)

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