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El día después de la derrota de Paraguay ante Uruguay en el Defensores del Chaco, Milner Alvarenga fue uno de los hinchas que no perdió la fe en su selección.
La pasión de Milito fue tal que se hizo su propia camiseta, como explicó su padre y el propio protagonista de la historia al Cardinal Deportivo.
Las fotografías del chico se hicieron virales y antes de que dimensionara la fama que había ganado recibió una llamada de su ídolo Ángel Romero para ir a Brasil y conocerlo.
Es así como en el día de hoy Milner y familia viajaron para conocer al delantero de la selección, invitados por el propio jugador a ver un partido del Corinthians.
La creatividad de Milito y una bolsa de hule es lo que le permite hoy al capiateño de ocho años vivir una gran aventura y cumplir su sueño.