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La actual dirección paraguaya de la EBY, a cargo de Nicanor Duarte Frutos, decidió desocupar el vetusto edificio adquirido a inicios del año 2000, situado sobre Gral. Díaz 831, c/ Juan E. O’Leary, con el fin de “centralizar” todas sus oficinas en un solo inmueble. Este, según los antecedentes, no debió costar más de US$ 700.000 (de la época), pero terminó cotizándose en US$ 2.300.000, durante la administración de Walter Reiser de la EBY. Según publicaciones de la época, los dueños eran Hugo y Osvaldo Barraíl.
La entidad alquilará el local perteneciente a la Caja de Jubilados y Pensionados de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), ubicado en Las Residentas 1075 c/ Washington, barrio Las Mercedes de Asunción, donde anteriormente funcionaban las oficinas de Itaipú. Según los antecedentes de este sonado caso, la dirección local, a cargo de Walter Reiser, decidió a comienzos del 2000 tener un “local propio” y así “dejar de alquilar” oficinas. Sin embargo, este personaje nunca tuvo la intención de ahorrar dinero a la binacional. Tampoco pasó por su mente usar el proyecto “Seminario” y construir un edificio nuevo y a bajo costo, como al parecer no le importó que existiera un informe que detallaba la necesidad de 4.800 m2 de espacio cubierto para la EBY. Contra viento y marea logró que se compre este ya vetusto edificio, que apenas cuenta con 2.710 m2 de espacio cubierto.
Debido a eso, la entidad se vio obligada a seguir alquilando otros locales para el resto de la administración. Tal es así que sus oficinas estuvieron distribuidas en los siguientes seis edificios: Capital (Ayolas e/ Oliva y Estrella), Helipuerto (O’Leary 650), Itá Ybaté (O’Leary c/ Oliva), India (Gral. Díaz e/ Montevideo y Colón), Armele (Ayolas c/ Gral. Díaz) y la planta baja del edificio IPD, sobre la calle Oliva, todos en el centro de Asunción. Asimismo alquilaban dos playas para estacionamiento de vehículos, según datos de la entidad.
Costos
Consultado sobre los costos de la mudanza, el jefe financiero de la EBY, Luis Fretes Escario, afirmó ayer que están dejando un edificio que años atrás fue denunciado como ineficiente, inseguro y que no iba a ser funcional para Yacyretá.
Añadió que los alquileres les costaban a la entidad un total G. 160.000.000 y que, si bien el nuevo lugar le costará G. 190.000.000, es un edificio con más de 8.000 m2 y 1.600 m2 de estacionamiento. Fretes adelantó que el edificio será alquilado a otras reparticiones del Estado.
Una “perla” de la era Luis González Macchi
La compra del “edificio propio” de Yacyretá es una de las “perlas” que dejó a su paso el gobierno de transición de Luis González Macchi, quien también tuvo un cuestionado acceso al poder tras la renuncia del presidente Raúl Cubas Grau. El entonces director de Yacyretá, Walter Reiser, llevó a cabo una compra, a todas luces fraudulenta. Para ello, contó con la ayuda de los vendedores Hugo y Osvaldo Barrail. Según las investigaciones de nuestro diario, el contacto fue Tomás Bittar, sobrino político del presidente y consejero de la EBY, y Osval Guillén, yerno de Hugo. La venta se concretó en US$ 2.300.000, pero el edificio, según datos de Yacyretá, de constructores, tasadores y un documento de la Municipalidad, no valía más de US$ 500.000.