En el primer año de este Gobierno, 2013, la deuda pública total era de US$ 4.174 millones, según datos de Hacienda. Un reciente informe del ministerio indica además que en 2014, la cifra trepó a US$ 5.400,3 millones, equivalente a 17,6% del producto interno bruto (PIB); llegó a 5.464,3 millones en 2015, que significó 19,7% del PIB, y a los US$ 6.294,3 millones al cierre de 2016, que llevó la relación respecto al PIB a un 23,1% (ver cuadro).
Sobre el tema, Barreto señaló que indudablemente, el país necesita ir invirtiendo en muchos servicios públicos que requieren mejor infraestructura, como electricidad, agua, vialidad, etc., pero que se debe moderar el ritmo de la deuda.
“Hay que emitir la deuda dentro del límite (de déficit) que está fijado por la Ley de Responsabilidad Fiscal, que es del 1,5% del PIB y que equivale aproximadamente a unos US$ 500 millones por año. Si nos vamos a endeudar a ese ritmo que fijamos como tope, me parece que es algo razonable y seguramente no vamos a tener muchas dificultades en las próximas décadas de cumplir con esa deuda. Pero un ritmo superior ya va a ser complicado en la contención del crecimiento de esa deuda”, advirtió el experto.
Explicó que una vez que el Estado entra a un ritmo de endeudamiento muy alto, después no es fácil pararlo. A esto se suma que en nuestro país la recaudación aún tiene muchas debilidades, pues si bien Tributación ha mejorado en los últimos tiempos, el nivel de evasión sigue siendo alto.
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“La presión tributaria en Paraguay es baja. Eso es una ventaja por un lado. Probablemente si se aumentan los impuestos, se va a poder cumplir con la deuda en el futuro. Pero me parece que lo más prudente sería ir a un ritmo más acotado. Hace cinco o seis años, la deuda era de menos del 10% del PIB, hoy está por encima del 20%. Creo que tenemos que moderar de aquí en adelante”, insistió.
Respecto a la fuente de financiamiento para seguir invirtiendo, el exministro señaló que se debe dar paso al sector privado. Recordó que la ley de Asociación Público Privada (APP) fue creada justamente con esa visión, de poder recurrir a la inversión privada para ir cubriendo las necesidades de infraestructura en todo el país.
“El proceso de APP es muy lento todavía. Seguramente más adelante se va a recurrir más a ese instrumento, que es muy importante, ha sido muy útil en muchos otros países de la región y que nosotros recién estamos empezando a usar. Eso nos va a ayudar a avanzar más rápido en infraestructura, pero sin endeudar tanto al Estado paraguayo”, puntualizó.