Los investigadores proponen, como aporte para el debate, las evidencias científicas a las que han llegado a partir de estudios realizados en el GISE un grupo de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), en el marco de su iniciativa “Paraguay 2023: Una visión para el desarrollo”.
El principal mensaje es el “sentido de urgencia e importancia” de la oportunidad histórica que tiene nuestro país en los próximos cinco años de dar un “giro de 180 grados” en su trayectoria histórica de desarrollo. El GISE sostiene que nuestro país enfrentará las dos negociaciones más importantes de su historia moderna, y la segunda, la más promocionada, es la negociación con el Brasil en el 2023: la revisión de los términos financieros del manejo de la energía generada en Itaipú (Anexo C del Tratado), que también coincidirá con la amortización de la deuda incurrida para poner en marcha la central hace cinco décadas.
El GISE sostiene que el primer desafío es impulsar un gran acuerdo interno en torno a los intereses del Paraguay, que permita llegar a la segunda negociación en las mejores condiciones, de manera a aprovechar esta brillante oportunidad. Advierte que en Paraguay se debe debatir cuáles son las “mejores estrategias” para aprovechar la ventana de oportunidad resultante de la negociación de Itaipú, que permitiría la captura de esta “oportunidad extraordinaria”. Insiste en que la “negociación más importante” es la que se hará entre todos los paraguayos de modo a construir un objetivo común en función al cual construir las posiciones de negociación.
Según el GISE-FPUNA, se han realizado estudios que indican que para tomar las mejores decisiones para construir este objetivo común, que beneficie a la mayor cantidad de paraguayos, todos los puntos de vista necesitan estar representados en igualdad de condiciones. Es decir, la meta debe ser que todos los criterios tengan “igual peso”.
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Las bases del debate
La organización académica recuerda que en el año 2017, los investigadores del grupo publicaron un estudio (disponible en su página web) que provee varias pistas para estudiar el debate interno, acerca de cómo abordar esta oportunidad. La pregunta gira en torno de cómo queremos usar la energía disponible dentro del país. Sobre el punto, manifiesta que hay dos alternativas: O la usan otros o la usamos nosotros. “Si elegimos que la usen otros, podemos seguir cediendo la energía en las condiciones actuales, o bien venderla a precios de mercado. Por otro lado, si optamos por usarla internamente, podemos apuntar a incentivar un uso intensivo o un uso extensivo. Esto significa que podemos optar por incentivar la instalación de industrias electrointensivas o bien fomentar la instalación de varias pequeñas unidades productivas”, destaca.