Protestas y huelga contra el Indert suben de tono en colonia Sta. Lucía

Pobladores de la colonia Santa Lucía, de Itakyry, están en asamblea permanente con objeto de organizar medidas de presión hacia el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), tal y como lo hicieron hace exactamente un año, en setiembre de 2016. Hasta las clases en la escuela de la comunidad, que lleva el mismo nombre de la colonia, fueron suspendidas como consecuencia de las manifestaciones.

Hace un año, el ente había logrado levantar las protestas, que habían durado semanas, con la promesa de conseguir las tierras que faltan para las familias trasladadas desde Ñacunday (Alto Paraná) hasta Santa Lucía, a inicios de 2014.

Según explicó ayer uno de los pobladores, encargado de la iglesia en Santa Lucía, don Regino Fretes, la gente ya no tiene paciencia porque el Indert les prometió a unas 575 familias entregar una hectárea a cada una para el cultivo de autoconsumo y otras cinco para la producción de renta y esto último no ha cumplido pese a que pasaron más de tres años de la reubicación de los campesinos.

Señaló que, inclusive, uno de los compatriotas, de nombre Carlos Espínola, continúa con su huelga de hambre, encadenado a una camioneta de la institución agraria, desde el miércoles de la semana pasada. De acuerdo con los datos, el hombre recibe asistencia médica y está decidido a seguir con la medida de fuerza hasta que el presidente del Indert, Justo Pastor Cárdenas, cumpla con la promocionada entrega de tierras a todas las familias.

“Acá sigue la manifestación. Todavía sigue el señor encadenado a la camioneta. No tenemos respuesta de las autoridades. El coordinador del Indert de la zona vino varias veces, está con nosotros, pero él no puede resolver nada, no recibe órdenes de Cárdenas. Estamos organizando una asamblea para definir qué vamos a hacer el próximo lunes, si vamos hasta la capital a manifestarnos o alguna otra medida de presión”, afirmó.

El Indert había prometido una “colonia modelo” a las 575 familias que vivieron durante 14 años en las tierras conocidas como Ñacunday, pero no cumplió.