HUMAITÁ (Clide Noemí Martínez, corresponsal). La batalla de Curupayty, registrada el 22 de setiembre de 1866, representó una catastrófica derrota para las muy superiores fuerzas aliadas, originando una larga pausa en las acciones militares. El director del museo militar del Ministerio de Defensa Nacional, coronel Roberto Olmedo, dijo que solamente estando en este lugar histórico se puede dimensionar la magnitud de la trinchera, cuya construcción se inició el 8 de setiembre de 1866 y concluyó el 21 de setiembre.
El militar mencionó que se está preparando el lugar para que los visitantes puedan recorrer toda la extensión de las trincheras. Explicó que el Ñeembucú es el departamento con mayor protagonismo durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), considerando que de los cinco años que duró el enfrentamiento, tres se desarrollaron en este territorio. Señaló que tendrá a su cargo el relatorio histórico y espera que la mayor cantidad de personas de todo el Paraguay participe de la actividad programada para el 23 de setiembre, a las 09:00.
Trincheras
El coronel Roberto Olmedo recordó que fueron 5.000 hombres a cargo del general Eduvigis Díaz y el asesoramiento del ingeniero Jorge Thompson los que ejecutaron la tarea. Mencionó que los trabajos se realizaban en tres turnos de ocho horas, relevándose al personal al cumplirse el tiempo previsto.
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Olmedo explicó que los dos kilómetros de trincheras estaban muy bien posicionadas, considerando que estaban ubicadas entre dos obstáculos, el río Paraguay y la laguna Méndez.
“Se escogió perfectamente el sitio, se realizó el trabajo de agravamiento del terreno para impedir que el enemigo llegue a Humaitá. Fueron conducidos a este sitio a los aliados y les fue imposible franquear los obstáculos. Las trincheras eran inexpugnables y fue así que se materializó la gran victoria de Curupayty”, relató el militar.
Mencionó que la victoria fue tan aplastante, que el ejército de López solamente 22 soldados fallecieron y en el ejército aliado se pudo contabilizar más de 5.000 muertos. Subrayó el sacrificio inmenso de los soldados en defensa de nuestra heredad, recordando que en esa época no se contaba con las herramientas y la tecnología que actualmente se dispone.
Olmedo evocó aquel mensaje que el Mariscal López dejara en las postrimerías de la guerra: “Y vendrán generaciones que nos harán justicia, aclamando la grandeza de nuestra inmolación”.
Enfatizó que una manera de rendir homenaje al sacrificio de estos compatriotas es recordándolos en este sitio histórico, recreando las trincheras “para que los paraguayos sepamos valorar lo que hicieron nuestros antepasados en defensa de la patria”.
Digna recordación
El director general de Políticas y Estrategias del Ministerio de Defensa Nacional, Gral. Derlis Fernando Piris Coronel, afirmó que la idea es rememorar la batalla en presencia de las más importantes autoridades nacionales y de la ciudadanía en general. Dijo que se recreará la batalla con fuego de artillería con la participación de integrantes de la Academia Militar Francisco Solano López y conscriptos con atuendo de época.
El ejército argentino también enviará una delegación y estarán los representantes del cuerpo diplomático de los países vecinos, anunció. Afirmó que el Ministerio de Defensa Nacional se involucró en esta actividad junto con otros organismos para recordar los 150 años de esta gran batalla.
Piris Coronel indicó que realizan la limpieza correspondiente del sitio histórico y se llevan a cabo tareas de recuperación de los monumentos ya que será escenario del acto programado para el 23 de setiembre.
Rescate
Las trincheras de Curupayty, que aún se pueden observar a simple vista, fueron el escenario de la más grande victoria de las fuerzas paraguayas en la guerra contra la Triple Alianza. A pesar de la trascendencia que tienen para la historia de nuestro país, el lugar se encuentra en un terreno privado, lo que limita el acceso e impide que se construyan monumentos que realmente estén a la altura del extraordinario sacrificio realizado por una generación de valientes.
Del mismo modo, la gran mayoría de los sitios que recuerdan las grandes batallas están ubicadas en estancias de la zona. Es de esperar que las autoridades nacionales rescaten estos santuarios del heroísmo de su actual olvido y los pongan en valor para alimentar el recuerdo de un pasado glorioso.