El episodio ocurrió cuando Macri junto a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, presentaba obras de urbanización en un barrio de Mar del Plata, la mayor ciudad balnearia de Argentina, 400 km al sur de la capital federal.
“Agredir no es el camino. Hay que poner la energía en construir con diálogo y respeto”, dijo Macri durante el breve acto ante decenas de vecinos, cuando gritos y silbidos interferían sus palabras.
Después del acto, el vehículo oficial fue apedreado por manifestantes, pero el presidente ya había partido en otra camioneta, según indicó el diario La Nación.
Antes del evento, opositores se habían concentrado a varias cuadras del lugar para expresar su protesta y fueron reprimidos por la policía con balas de goma y gases lacrimógenos, denunciaron.
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En el lugar donde habló Macri, se vieron unos carteles escritos a mano donde se leía “Basta de miseria” y “El gas es un derecho, no un negocio”, por la brusca alza de tarifas de ese servicio básico, entre otros que por ahora están frenados en la justicia.
Macri fue muy criticado por organismos de derechos humanos al aludir a los crímenes de la dictadura como “guerra sucia”.