En el operativo realizado por efectivos policiales brasileños en las últimas horas del viernes último, fueron incautados en total 12 pistolas calibre 9 milímetros, dos fusiles y más de 1.500 proyectiles de diversos calibres.
Las armas y municiones estaban siendo transportadas a bordo de un automóvil, por dos sujetos de nacionalidad brasileña, cuyas identidades no fueron proporcionadas por los agentes intervinientes. Los detenidos manifestaron que tenían como misión hacer llegar el armamento hasta una facción del temido grupo Primer Comando da Capital (PCC) en el estado brasileño de Goiás.
De acuerdo con el informe de la Policía Rodoviaria Federal (PRF) y el Grupo de Represión al Crimen Organizado (GAECO), que tuvieron a su cargo este operativo, los tres detenidos declararon a los policías que las armas y municiones les fueron entregadas por tres hombres de nacionalidad paraguaya, en el interior de una vivienda que está ubicada en Pedro Juan Caballero, capital del departamento de Amambay.
Se presume que los policías brasileños ya contarían con las identidades de los paraguayos y la dirección de la vivienda en donde se llevó a cabo la entrega del arsenal a los ciudadanos brasileños, que fueron detenidos durante el control rutero.
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Tras la suspensión por parte de los Estados Unidos de la venta de armas a Paraguay, el precio de este tipo de “artículos” en el submundo del hampa de esta frontera subió sustancialmente. Esto hizo que el negocio se tornara rentable para los traficantes de armas que operan en esta zona. La mayoría de las veces los traficantes, canjean armamentos con el crimen organizado del Brasil por cocaína, que vuelve a ser enviada los grandes centros urbanos del Brasil y de Europa, generando enormes ganancias a los traficantes fronterizos.