La firma Viradolce, de Llorens, fue estafada por empleados infieles por US$ 3 millones.
La empresaria denunció que 12 empleados de Itaú autorizaron sobregiros a la cuenta de Viradolce y posibilitaron el cobro de 202 cheques por parte de Annie Gibbons y Fabiola Bareiro, incumpliendo reglas antilavado y sin que las beneficiadas puedan justificar el origen de esos fondos, que fue producto de una estafa y por lavado dinero.
El fiscal Cabrera fue recusado por un empleado bancario Gustavo Adolfo Saifildin con el patrocinio del abogado Carlos Sánchez Recalde. Alega que el fiscal supuestamente “direcciona la investigación en contra de los denunciados sin siquiera haber notificado su intervención”. Ya se logró apartar a Hernán Galeano, Nadine Portillo, Liliana Alcaraz, Josefina Aghemo, Victoria Acuña e Igor Cáceres.
