Una sentencia sin precedente

“Él conocía cuáles eran sus obligaciones como director del penal, su responsabilidad recae en no haber hecho nada para evitar que el hecho punible de pornografía infantil se produjera dentro del penal, evitar que las menores ingresen dentro del recinto penitenciario sin supervisión alguna. Él debía prever que las resoluciones dictadas por él y las normativas impuestas se cumplan a cabalidad, he ahí su responsabilidad y omisión. Por eso y otros argumentos este Tribunal llega a la conclusión de que Julio Acevedo Hauron cometió el hecho punible de omisión en su forma pura y simple”, señalaron los jueces Lizza Battilana, Lourdes Peña y Manuel Aguirre, quienes integraron el Tribunal de Sentencia que juzgó al exdirector del penal.

“Este Tribunal considera además que a Julio Acevedo Haurón le era exigible otro tipo de conducta, tenía la obligación como administrador del penal, de velar por la seguridad de las personas que diariamente ingresan al penal”, acotaron los jueces.

En cuanto a la relevancia del daño y del peligro ocasionado, el Tribunal consideró que es muy elevado. “Se menciona el daño físico y síquico que sufrieron las víctimas debido a los constantes abusos y amenazas a las que fueron sometidas y atendiendo que eran menores en el momento de la comisión del hecho, él como director del penal de Tacumbú debió prever que hechos de esta naturaleza no puedan consumarse dentro del recinto que se encontraba bajo su dirección”, apuntaron los magistrados.

Los jueces también concluyeron que el Pabellón Libertad es un recinto que nadie controla, nadie verifica lo que ocurre allí. “No existía control por parte de los funcionarios del correccional”, señalaron Battilana, Peña y Aguirre.