La función pública se llena de escombros

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Apenas cayó la dictadura de Stroessner (1989), monseñor Ismael Rolón emitió un comunicado del Arzobispado sobre la necesidad de poner hombres nuevos en la conducción del país, prescindiendo de los hombres viejos, entre los cuales había “Remendados” y “Escombros”. A casi 30 años de aquella prédica inicial, los “escombros” se vienen acumulando en la administración pública y en la dirigencia política del país. Con el gobierno de Marito, se produce otra gran descarga de escombros en lo que ya es una verdadera loma.

Decía monseñor Rolón, el obispo que tal vez adquirió la mayor autoridad moral del país, que los hombres nuevos que necesita el país “no son santos, pero procuran ser honestos consigo mismos, con los demás y con Dios. Sus ideales, criterios y palabras se adecuan a la realidad y a la verdad. No recurren a la mentira o a la violencia para acumular riquezas, ni se hacen cómplices por ambición o cobardía, en fraudes en perjuicio del pueblo”. 

Los hombres viejos, en cambio, “son aquellos adormecidos en la mediocridad, que se subdividen en a) Remendados: se acomodan a las circunstancias de tiempo, lugar y personas para salvaguardar sus intereses; son peligrosos. b) Escombros: son aquellos en quienes nada de decencia, de credibilidad y de honor ha quedado en su haber de persona y ciudadano.

La democracia tiene como principal componente la idea de la alternancia, que significa cambio, sucesión, variación; mientras que las elecciones, como factor ineludible de la democracia, encierra la idea de renovación, de oportunidades para todos aquellos ciudadanos con vocación de servicio y de representación a sus compatriotas.

A pesar de ello y de la prédica del extinto monseñor Rolón, de la cual se hizo eco luego toda la Iglesia Católica, los sucesivos gobiernos desde la caída de la dictadura fueron acumulando escombros en la función pública, en la judicatura y en la legislatura. Los “hombres nuevos” (outsiders) y los jóvenes proclamados no fueron sino tácticas de sobrevivencia de los “hombres viejos” para cambiar sin cambiar nada.

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Lo que sigue es un listado incompleto de “hombres viejos”, que naturalmente incluye a mujeres, entre los que se encuentran algunos que merecerían el calificativo de Remendados y otros que encajan perfectamente como Escombros.

Sergio Coscia, nombrado procurador general, miembro del equipo jurídico del ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor. Defensor de los españoles Guillermo Casado de Amezua Lasso y Álvaro Lasso Génova, de la empresa Proibérica, acusada de estafar al Estado por 50.000 millones de guaraníes, proceso anulado luego de varias chicanas. Él fue procesado y admitió haber usado facturas falsificadas para crédito fiscal.

Óscar Tuma, fuerte candidato a ocupar el cargo de director de la Asesoría Jurídica de Yacyretá, en reemplazo de Luis Fernando Canillas. El cargo tiene una remuneración cercana a los 100 millones de guaraníes. El abogado Tuma fue diputado y es líder de su movimiento interno colorado, teniendo entre sus dirigentes de base a personas vinculadas a negocios de frontera.

Carla Bacigalupo, nombrada ministro del Trabajo. Fue ministra de Justicia durante el gobierno de Cartes. Este la despidió a raíz de un malentendido con relación al traslado del narco brasileño detenido Jarvis Chimenes Pavão. Se autoasignó un viático de G. 5.161.548 por un viaje a la India para participar del “Festival Mundial de la Cultura” de la fundación “El Arte de Vivir”, que lidera el gurú Sri Sri Ravi Shankar.

Beto Ovelar, presidente de la Cámara de Senadores y del Congreso. Fue sorprendido in fraganti y filmado mientras se reunía clandestinamente con dirigentes opositores a su partido (colorado) para llegar a un acuerdo sobre la cotización y el pago de votos a los electores en los comicios de 2013. Nunca recibió sanción alguna por esta transgresión y fue elegido presidente del Congreso.