Piedras que te pueden costar la vida

El 80% de las personas que padecen piedra en la vesícula pueden llegar a morir sin haber tenido los síntomas. La principal causa de este mal, al igual que en muchas otras enfermedades, es la alimentación a base de comidas con grasa y el sedentarismo.

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Un fuerte dolor en el lado derecho del abdomen o la boca del estómago suele ser el primer y principal signo de alarma. Sin embargo, solo el 20% de las personas con piedra en la vesícula tiene los síntomas. Es decir que, 8 de cada 10 pacientes pueden morir sin saber que padecían de esta enfermedad, debido a que se puede presentar de manera asintomática.

Las piedras en la vesícula son como “arenillas” que se forman dentro de la vesícula biliar; estas pueden compactarse y formar piedras de distintos tamaños, algunas incluso llegan a los cuatro centímetros.

“Una persona puede tener hasta 50 piedritas”, destaca el Dr. Agustín Rodríguez, médico especialista del Hospital de Clínicas. Una de las complicaciones más graves es la pancreatitis aguda, que ya es una causa de internación prolongada.

 

 

Alrededor de la mitad de los pacientes que se reciben en el servicio de urgencias quirúrgicas están relacionados con la piedra en la vesícula y sus complicaciones, según el especialista. La manera de detectar este padecimiento es mediante una ecografía abdominal y el único tratamiento es la cirugía.

Este padecimiento está relacionado directamente a la mala alimentación, el sedentarismo y la obesidad. Además, las personas a partir de los 20 años en adelante, sobre todo las mujeres en edad fértil, son las más vulnerables a contraer la piedra en la vesícula.

Asimismo, quienes padezcan de obesidad o sobrepeso, debido a la gran cantidad de ingesta de alimentos con grasa, también son las más suceptibles a contraer este padecimiento. Sin embargo, cabe aclarar que también niños o adultos que tienen el peso “normal” pueden tener arenillas o incluso piedras, aclaró el médico especialista.

 

 

El Dr. Rodríguez destaca que en nuestro país muchas personas acuden primeramente a los famosos “médicos ñana”, quienes les dicen que solo deben consumir tal o cual remedio natural para que las piedritas salgan de su organismo. Sin embargo, aclara, eso es totalmente contraproducente para los pacientes.

“Una vez que la vesícula está enferma, la única manera de solucionar esto es removiéndola, algunos creen que solamente hay que sacar los cálculos (las piedras), pero no es así, porque la bolsa que los contiene es la que está enferma”, explica. Por ese motivo, recomienda siempre consultar en el centro de salud más cercano, para así evitar complicaciones.

Este padecimiento puede llegar a ser mortal, por ejemplo en el caso de que haya peritonitis, que se da cuando revienta la vesícula y se genera una infección.

Además, también podría generarse una pancreatitis, que en un 90% suele ser leve y controlable con un tratamiento, pero hay un 10% de probabilidades de que se torne grave y la mortalidad es “bastante apreciable”, según Rodríguez.

Los síntomas más comunes son el dolor en la boca del estómago y en abdomen derecho, que es donde se encuentra la vesícula. Esta “presión” suele darse con gran intensidad luego de la ingesta de alimentos ricos en grasa, como las frituras. “Cuando comés mucha grasa, la vesícula se contrae y como ya está muy enferma, eso le provoca el dolor”, explica.

Sin embargo, también se puede sentir una simple pesadez o intolerancia al aroma de ciertos alimentos. “Es el famoso: No puedo oler la grasa, no puedo oler la fritura”, agrega.

También la piel puede tornarse más amarilla; la orina más oscura, “como coca cola” y, por el contrario, la materia fecal puede aclararse, volviéndose más amarillenta o incluso blanquecina. “Estos indicios apuntan a que la piedra pudo haber salido de la vesícula”, enfatiza.

La mayoría de las personas que llegan a tener piedra sufren de sobrepeso y obesidad. Es por ello que recomienda siempre mantener el peso corporal en los límites considerados sanos para cada persona, dependiendo de la edad, la estatura y otros factores.

Esto implica llevar una vida saludable en cuanto a la alimentación y la actividad física. Es crucial evitar el sedentarismo, realizando como mínimo una caminata de 30 minutos al día, para así prevenir esta y muchas otras enfermedades.

“Nuestra alimentación siempre es muy rica en grasas y frituras, que conllevan al desarrollo de la piedra”, destaca el especialista. Las recomendaciones para prevenir este mal por seguir una dieta rica en proteínas de origen vegetal y nueces, que incluya grasas consideras saludables, como el aceite de oliva, los frutos secos y pescados.

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