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La imputación es contra el portero Diego Raúl Pozo (36), exarquero del Colón de Santa Fe y actualmente militando en el Rangers de Talca, Chile. Los delitos atribuidos son perturbación a la paz pública, resistencia y el no cumplimiento de la ley 1.866/02 “por la no violencia en los estadios de fútbol”, informaron este viernes fuentes del Ministerio Público.
Los antecedentes del caso refirieron que la noche del 23 de octubre de 2012, en el estadio “General Pablo Rojas”, Cerro disputaba un cotejo de fútbol contra Colón, por la Copa Sudamericana. Los hinchas visitantes arrojaron objetos contra los locales, por lo cual la Policía Nacional intervino.
Los jugadores de Colón, tanto visitantes como suplentes, se acercaron al alambrado del sector visitante para apaciguar los ánimos. El arquero Pozo, entonces titular, lanzó puntapiés contra la humanidad del policía Alfredo Marín Ruiz (29) y del empleado del club Cerro Porteño, Ramón Óscar Rolón Vera (45).
En la imputación, Bernal detalló que el suboficial declaró que esa noche estuvo asignado al partido de fútbol y que los hinchas del Colón ocasionaron disturbios hacia el sector de gradería sur.
El afectado acotó que, junto a otros policías, intentó apaciguar los ánimos de la hinchada visitante, pero que en el arquero Pozo le lanzó una patada por la espalda. El uniformado fue auxiliado y trasladado a Emergencias Médicas.
Por su parte, Rolón declaró que era el controlador del acceso de la platea Pettengill (visitante) a gradería sur, por lo cual se encontraba a centímetros de la valla perimetral que divide del campo de juego.
En el momento de los disturbios, Rolón mencionó que el arquero argentino lo pateó en el pecho y estómago, por lo cual sufrió lesiones. La constancia de los golpes se encuentra en un diagnóstico médico expedido por Emergencias Médicas.
Bernal solicitó al juzgado que ordene la captura internacional de Pozo, quien actualmente milita en Chile. También pidió un plazo de cuatro meses para presentar la conclusión de la investigación.