En dicho operativo, agentes antinarcóticos interceptaron primeramente un automóvil Toyota Platz que en su interior llevaba bolsas de arpillera en las que cargaron parte de la marihuana.
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Otra parte del cargamento iba oculta en tambores en una camioneta Chevrolet S-10, que también fue retenida, o al menos esa es una de las historias que se cuenta en una confusa acta de procedimiento. Ya según el testimonio de otros involucrados, la droga habría estado realmente en la Cabaña Neli, que –según los registros oficiales– figura a nombre de Óscar Rubén González Chávez, concejal de Luque e hijo del senador colorado reelecto Óscar González Daher y la escribana Nélida Chávez.
En el procedimiento fueron detenidos Luis Alberto Amarilla, José Domingo Benítez y Antonio René Franco; este último afirma haber sido detenido en la propiedad del hijo del senador reelecto, que en ese entonces aún era presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y con las consabidas influencias que traficaba.
La versión oficial afirma que las tres personas fueron detenidas en un mismo lugar, a varios kilómetros de la Cabaña Neli y obviamente excluyendo la propiedad vinculada al senador.
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Sin embargo, otro de los relatos de uno de los policías intervinientes, que fue utilizado por la Fiscalía para la acusación y elevación a juicio oral del caso, afirma que Amarilla fue detenido primeramente en el Platz, mientras que Benítez fue detenido a kilómetros de ahí en la camioneta S-10, por supuestamente descargar barriles con la droga en la calle, y Franco fue detenido en el lugar donde se depositó la marihuana.
Una tercera versión es la de los detenidos, en que Benítez, un humilde fletero, afirma haber sido contratado para trasladar barriles de aceite de una propiedad de los González Daher en Luque hasta Cabaña Neli. Él dejó los barriles en el sitio y al salir, en el portón de la propiedad de la cabaña, fue detenido por policías.
Por su parte, Franco afirma haber ido a la propiedad a comprar un vehículo. Vio a Benítez descargar y retirarse en la camioneta S-10. Poco después retornó la misma camioneta, ya manejada por policías, los cuales lo detuvieron.
Pese a ser una de las principales evidencias de este caso de tráfico de drogas, una persona reclamó uno de los vehículos donde cargaron la marihuana. El pedido primero fue denegado, pero luego encontró el visto bueno de la mano de un “abogado de confianza” de la familia González Daher: Pedro Javier Cano Ocampos.
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Cano era relator del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) durante la presidencia de González Daher y abogado de la esposa del senador electo, Nélida Chaves de González, en una causa en su contra por la presunta apropiación de una propiedad.
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El abogado justamente había sido desviculado del JEM por dicho caso, por el cual incluso había apartado al fiscal que investigó a la esposa de González Daher.
Entre los escandalosos audios que destaparon el tráfico de influencias en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) durante la presidencia de González Daher, existe una conversación entre Raúl Fernández Lippmann y alguien que se nombra como “el hijo del patrón”, que sería Óscar Rubén González, quien ordenó al ex mano derecha del senador frenar una imputación a un vinculado al Primer Comando Capital (PCC).
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El hijo de González Daher no tuvo empacho en pedir la suspensión de la imputación contra Néstor Ariel Palma, un empresario argentino acusado de dar alojamiento a medio centenar de miembros del PCC, que fueron los que habrían perpetrado el megaasalto a la sede de Prosegur en Ciudad del Este.
El concejal luqueño argumentó que el acusado tenía una cuenta por la venta de un vehículo que era de su propiedad.