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El cuestionado diputado aceptó hoy la culpa de todos los cargos por los que está siendo procesado, estafa, expedición de documentos falsos y cobro indebido de honorarios y se comrpometió a donar G. 200 millones al Hospital de Clínicas y el Hospital Nacional, con lo que podría evitar ir a prisión, ya que se trata de una pena menor a los cinco años de encierro.
Ibáñez también busca quedar sin antecedente alguno de estos delitos, con la posibilidad de ser beneficiado con la figura la suspensión condicional del procedimiento, es decir, admitir la culpa y resarcir de los daños causados a través de donaciones y obras sociales.
También se pretende que esta medida beneficie a los demás imputados en esta causa, su esposa, Lorena Plabst, su jefa de gabinete María Liz Gutiérrez, y Favio Ernán Gómez Chamorro, Éver Isaac y Viviana Patricia Falcón Valenzuela, sus caseros.
Esto podría concretarse en caso de que la fiscalía se allane al pedido, pero los fiscales investigadores esperan poder llevar el caso a juicio oral y público.
PÉRDIDA DE INVESTIDURA
Con la confesión de Ibáñez, se podría iniciar el pedido de pérdida de investidura en la Cámara de Diputados.
La Constitución Nacional establece en su artículo N° 201 que “los senadores y diputados perderán su investidura, además de los casos ya previstos, por violación del régimen de las inhabilidades e incompatibilidades previstas en esta Constitución, y el uso indebido de influencias, fehacientemente comprobado”.
La investigación salió a la luz en noviembre del 2013, con una publicación en la cual los mismos caseros del diputado admitieron que trabajaban en la quinta de Ibáñez ubicada en Areguá, y no en la Cámara Baja, a pesar de que sus nombres figuraban en la nómina de funcionarios.