Ante este llamativo pedido, que fue remitido por nota al entonces asesor jurídico de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero y Activos (Seprelad), Alejandro Dávalos, para que dictaminara sobre la solicitud, este funcionario remitió el pedido a la Dirección de Normas y, con esta respuesta, finalmente dictaminó que el análisis de la solicitud no correspondía a la Seprelad, sino que era una cuestión que debía ser decidida en forma particular por cada entidad bancaria donde este solicite cuentas, debido a que cada una de estas bancas privadas tiene su propio control de riesgos.
El dato fue conocido este lunes durante la declaración del funcionario ante la Comisión Bicameral que investiga a Darío Messer.
En ese entonces, relató Alejandro Dávalos, se le respondió a Messer que la Seprelad no tenía facultades para dictaminar sobre su pedido, que concretamente era que se lo rehabilitara en el sistema financiero, porque aparentemente estaba teniendo problemas con alguna entidad que le ponía trabas con respecto a sus cuentas. A este pedido hecho en 2016, el "hermano del alma" del entonces presidente acompañó una sentencia de Brasil donde decía que, supuestamente, había sido absuelto de todos sus delitos y por lo tanto estaba “totalmente limpio”.
Lo que llamó la atención es que, según consta en los documentos que obran en la comisión, hubo un retraso de cuatro meses en la remisión de la “respuesta”a Messer, pero Dávalos alegó que eso fue porque tuvo un problema de salud y realizó un viaje.
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La respuesta de la Seprelad fue remitida al domicilio de Messer, pero el courier en su informe indicó que no se entregó el documento porque “no encontraron el domicilio” y en la guardia del Paraná Country, lugar adonde remitieron la nota, “no lo ubicaban”.
La situación es cuando menos extraña, pues este pedido de blanqueo llegó en una época en que Messer ya estaba siendo investigado, aunque el caso no se mediatizaba aún.
Se le consultó a Alejandro Dávalos cómo puede ser posible que no les haya llamado la atención o “saltado el dato” de que Messer era una persona investigada cuando les llegó esta nota, a lo que respondió simplemente que “la providencia decía que tenía que ser enviada a la dirección de análisis financiero” y justificó que “no contaban con un sistema en el cual registrar” estos casos.