La legisladora liberal dialogó con el noticiero de ABC Color sobre el nombramiento de sus dos hijos en la Cámara Baja.
Horas antes, Carísimo había defendido las designaciones por contactos políticos y señaló que uno de sus hijos, Daniel Rojas Carísimo, ingresó como cebador de tereré a la institución hace cinco años.
En esta ocasión, la mujer aclaró que el hombre de 33 años de edad está capacitado para ser secretario de los parlamentarios de turno y aseguró que “no es solamente un pasa papeles”.
Al ser abordada respecto a que si su hijo ingresó por cupo del PLRA, la parlamentaria señaló que “no sé si se llama así, pero nunca se hizo concurso (en la Cámara)”, refirió.
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“Él ingresó hace cinco años y medio por ahí. Entró como auxiliar de la bancada (liberal)”, explicó.
Al ser requerida sobre el sector liberal al cual pertenece, la diputada respondió primeramente: “¿Por qué esa pregunta? Si hay de todos los sectores (en Diputados)”. Al ser insistida, finalmente confirmó que responde al sector franquista.
Carísimo rechazó que los nombramientos de sus hijos puedan considerarse casos de nepotismo, ya que “mi hijo está ahí hace cinco años” y “yo recién entré a la cámara y fui elegida por el pueblo”.
Por otra parte, sobre la hija, Alba José Rojas Carísimo, indicó que “yo le llevé conmigo porque tengo que tener a alguien de mi confianza”.
Al intentar justificar los nombramientos de familiares de parlamentarios en el Congreso, la dirigente liberal indicó que igualmente hay varios periodistas que están en la función pública.
Recalcó su cuestionamiento hacia la publicación de ABC Color sobre algunos nombres de la lista del personal del Poder Legislativo e insistió en que la prensa debe indagar sobre nepotismo en otras instituciones.
Antes de culminar la entrevista, la parlamentaria advirtió que “mis hijos y eso están muy molestos y están preparando una nota a ABC”.
La publicación de ABC Color de la fecha revela los casos de 11 congresistas que tienen a sus familiares trabajando en el Congeso.
La nota sin embargo solo constituye la punta de iceberg, ya que aún pueden existir varios casos más que aún no pueden conocerse, debido a que los legisladores se niegan a dar a conocer los nombres de los funcionarios del Poder Legislativo.