Joaquín Roa, ministro de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), se refirió al retorno de familias a sus viviendas en las zonas ribereñas de Asunción, hecho que -reiteró- desde el Gobierno se desaconseja. Estas palabras las dio luego de un evento en la UIP, donde los agremiados entregaron a la cartera de Estado unos 200 kilos de víveres e insumos para los damnificados, informó el periodista de ABC Óscar López.
El alto funcionario recordó que -aunque actualmente la bajante del río Paraguay es constante- se prevé un repunte importante a partir de marzo y los niveles inclusive podrían ser mucho mayores a los últimos picos. De esta manera, reafirmó que la recomendación sigue siendo la de permanecer en los refugios provisorios hasta nuevo aviso. Sobre la actitud de aquellos damnificados que decidieron volver a sus viviendas en los Bañados, consideró que las familias se guían por “una falsa sensación de alivio” ante la disminución de las aguas, que se dará por apenas unas cuantas semanas.
Roa señaló que para los afectados por la crecida constituye un esfuerzo grande la constante mudanza, aún más teniendo en cuenta que en el grupo hay varios niños y adultos mayores, quienes sufren aún más durante los traslados. Siguiendo con su argumentación, lamentó que aquellas personas que ya decidieron mudarse terminarán volviendo nuevamente a los refugios en un periodo corto de tiempo, considerando los pronósticos de los especialistas en torno al comportamiento del cauce hídrico.
El principal argumento de los damnificados que se apresuran a retornar a sus hogares es el temor a las rapiñas, que en realidad ya ocurrió en varias viviendas que fueron abandonadas ante el avance de las aguas. Sobre esto, el ministro anunció un plan de contingencia para resguardar las casas de los afectados por las crecidas mientras estos permanecen en los refugios provisorios.
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Según explicó, se prevé un trabajo articulado con agentes de la Policía Nacional, a fin de que estos realicen recorridos periódicos a modo de disuadir a los avivados que se apoderan de los bienes dejados por los damnificados. Por otra parte, Roa comentó además que -a modo de tratar de mejorar la comodidad en los refugios- se prevé un trabajo conjunto con la ANDE y la Essap, de manera a que las familias puedan contar con servicios básicos de manera constante.
Los últimos datos, actualizados a la fecha, refieren que el río Paraguay bajó cinco centímetros más en las últimas horas y actualmente se ubica en 7,07 metros. Desde el pico, de 7,88 metros -nivel que se mantuvo hasta el 1 de enero- el cauce ya bajó 81 centímetros. La crecida, que se inició a fin es de noviembre y se acentuó en diciembre, dejó unas 20.000 familias desplazadas en los bañados Norte y Sur de Asunción. La cifra es equivalente a unas 100.000 personas, según los datos facilitados desde la Comuna capitalina.