La llegada de Daniel Garnero al fútbol paraguayo quedó registrada en el 2015. Asumió en Sol de América después de dirigir solamente en Argentina y con 7 años de trayectoria como entrenador. Comenzó en Arsenal y en su primera temporada conquistó la Copa Suruga. Luego, pasó por Independiente de Avellaneda, San Martín de San Juan, Banfield e Independiente Rivadavia de Mendoza.
El argentino decidió un nuevo aire para su carrera y eligió Paraguay para soñar con un salto de calidad. Y en el 2016, estuvo cerca de dar un golpe: lideró el Apertura con el Danzarín desde la jornada 6 hasta la 17, pero cedió en los últimos cinco partidos y perdió el campeonato. Luego de no acordar su renovación y una mejora salarial con el club, el DT dejó la institución y volvió a Buenos Aires.
Su regreso al fútbol paraguayo no tardaría. La selección paraguaya contrató a Francisco Arce y Guaraní se quedó sin técnico. Los directivos buscaron un técnico que siga o tenga la línea del antecesor y Garnero fue el elegido. Fue presentado el 6 de agosto y terminó el certamen como campeón. Condujo 16 partidos de los cuales ganó 12, empató 2 y perdió 2. Sumó 48 puntos y se anotó en la próxima Copa Libertadores de América.
Después de un 2017 donde acabó segundo en el Apertura (a un punto del campeón Libertad), tercero en el Clausura (a 8 puntos del campeón Cerro Porteño) y eliminado en los octavos del torneo continental por River Plate, el entrenador no extendió su vínculo porque considero la ocasión precisa para renovar nuevamente el aire y firmó con Olimpia en diciembre.
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Garnero lleva 8 meses en el Decano y en este tiempo se coronó campeón del Apertura, clasificó a la Libertadores 2019, es puntero del Clausura con 7 puntos de diferencia cuando quedan 15 en juego y está en semifinales de la Copa Paraguay (derrotó 1-0 a Libertad). Además, lidera la tabla acumulativa con 92 unidades y podría romper el récord de los 101 puntos del Gumarelo en 2008.
El paso de DT en cada club fue bueno y no ha sido una casualidad. En los tres, consolidó un plantel, armó un equipo y apostó a una idea, siendo fiel a un estilo de juego de posesión que Sol de América, Guaraní y Olimpia lo llevaron como bandera.
Además, tiene el poder convencer al jugador: a su llegada al Franjeado, lo primero que realizó fue reunirse con Roque Santa Cruz, a quien pidió seguir porque podría dar aún más y ser titular. ¿Y cómo le va al atacante? El delantero parece interminable.