Luis Gonzaga Garcete dialogó este miércoles con los periodistas apostados en el Espigón Presidencial del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, donde se aguardaba la llegada del presidente de la República, Horacio Cartes, procedente de Israel.
El jefe militar se refirió a las numerosas publicaciones de irregularidades, aparentes despilfarros y otros hechos de corrución en las Fuerzas Militares. “Estoy tranquilo; a esta altura de la vida no voy a cometer ningún hecho... Hice una carrera sin sobresaltos, tengo una familia, parientes, les tengo a mis subordinados”, manifestó.
Al ser consultado con respecto a si prevé someterse a la justicia ordinaria, el comandante respondió con evasivas. “Yo no voy a emitir ninguna opinión; se está investigando como corresponde, la institucionalidad en la República es normal”, manifestó durante una improvisada rueda de prensa.
Gonzaga Garcete presentó recientemente -a través de su abogado- una petición para que su caso sea investigado exclusivamente en el ámbito castrense, a través de la Justicia Militar, pese a que las acusaciones que soporta son por delitos comunes, no faltas de carácter militar. Tanto él como su esposa , la “generala” Lucía Duarte de Garcete, soportan cargos por “cobro indebido de honorarios y lesión de confianza que tipifica, previene y sanciona el enriquecimiento ilícito en la Función Pública”.
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El jefe militar mencionó que ya sus abogados están actuando en los casos. “Está a cargo de la gente que investiga, está mi abogado defensor; no voy a emitir opinión porque no corresponde”, reafirmó sobre si insistirá en ser indagado en el área militar y evitar responder ante la justicia ordinaria.
Al ser abordado sobre los manejos irregulares, garantizó que “puedo sin dudar manifestar que todo se hace conforme a las normativas. Están los órganos que controlan, la Dirección de Contrataciones Públicas; hay un filtro enorme”, manifestó para luego señalar que “las Fuerzas Militares y muchas instituciones no tocan dinero como se cree”.
Ante la consulta en particular sobre la “lavandería de oro”, se limitó a garantizar que “eso se va a aclarar suficientemente, yo estoy seguro; no se preocupen”. Al consultársele cómo podría justificar que el costo de una jabonera llegue a G. 250.000 -además de los lavarropas de G. 100 millones-, justificó señalando que “esa es una información que falta completar”. “No son informaciones íntegras; (la compra) está todo conforme a las normativas”, agregó.
Finalmente, ante la consulta de si -considerando sus expresiones de hoy- no hay corrupción en su gestión, acotó: “Me 'reratifico', si cabe ese término”.
Ante el caso del “lavarropas de oro”, el comandante de las FF.MM. había convocado a una conferencia de prensa, el pasado jueves 14 de julio, pero finalmente evitó dar la cara y se limitó a asignar voceros, quienes trataron por varios medios de justificar los elevados precios. La institución castrense terminará pagando unos G. 900 millones para el funcionamiento del sector de lavandería.
