Hombre de la “vieja escuela”

El presidente electo, Mario Abdo Benítez, resurgió la figura de Juan Ernesto Villamayor, un político baqueano que tuvo su auge a finales de los 90 y principios del nuevo siglo. El hombre fue imputado dos veces y le salpican oscuros antecedentes.

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Juan Ernesto Villamayor trabajaba en el sector privado, conocido principalmente por representar a la firma Proibérica, que dotó de helicópteros a la Policía Nacional y pretendía cobrar dinero al Estado por mantenimiento, un caso que se judicializó y llegó a los más altos estrados de la justicia. Sin embargo, con la figura ascendente de Mario Abdo Benítez como líder dentro del Partido Colorado, cobró nuevamente protagonismo como figura pública.

En el caso vaciamiento del hoy extinto Banco Nacional de Trabajadores (BNT) había evidencias y testimonios contundentes, tanto contra Juan Carlos “Calé” Galaverna como Juan Ernesto “Juancho” Villamayor, vinculándoles con el mayor fraude bancario del país, unos 125 millones de dólares de la época (1993-96). Cuando Cataldi fue defenestrado del BNT, los “clavos” sumaban unos G. 253.000 millones.

En efecto, para apoyar su testimonio brindado en el marco de otra causa penal, el expresidente de ARENAS SA, Jorge Alberto Robineau, entregó documentos de la contabilidad “negra” de la empresa a su cargo en los que constan que tanto Galaverna como Villamayor y el “amigo del alma de Calé”, Edgar Cataldi, percibieron casi 1.000 millones en concepto de coima o protección.

Los documentos en contra de Galaverna señalan que los pagos eran “por gestiones”, lo que evidencia el tráfico de influencias que posibilitó el vaciamiento del BNT.

El presidente de ARENAS SA señaló que los documentos relacionados con los mencionados políticos eran luego reemplazados por un contador amigo de Galaverna que estaba relacionado con la firma Artigas SA.

La causa quedó en la nada y los polémicos políticos no fueron investigados.

Villamayor fue diputado colorado argañista por el periodo 1998-2003, pero fue llamado por Luis Ángel González Macchi como ministro de la Reforma del Estado, un cargo extinto en donde estuvo salpicado por diversos hechos de presunta corrupción.

Antes, dentro del “Marzo paraguayo”, la esposa de Gumersindo Aguilar uno de los supuestos testigos del asesinato de Luis María Argaña, acusó a Villamayor de ser quien pagó a su marido para dar declaraciones falsas del atentado de marzo de 1999.

En octubre de 2002, Villamayor fue imputado por lesión de confianza por un pago irregular de US$ 600.000 a un escribano particular, Jorge Fernández Zaván, por la ampliación de capital de Copaco SA. Al año siguente, fue nuevamente imputado por un supuesto desvío de G. 1.724.274.488, que formaban parte del préstamo del Banco Mundial de US$ 12.000.000 para llevar adelante el proyecto de la reforma del Estado.

Villamayor volvió a la palestra política el año pasado, cuando fue abogado de Rodolfo Friedmann, entonces gobernador del Guairá, el caso de su supuesta renuncia al cargo. El exdiputado y exministro volverá a ocupar una cartera estatal, esta vez en Interior, donde hoy fue confirmado por Abdo Benítez desde el 15 de agosto de 2018.

Villamayor niega antecedentes

El recientemente confirmado como futuro ministro del Interior del gobierno de Mario Abdo, Juan Ernesto Villamayor, negó todas las acusaciones en su contra y aseguró que la única imputación que tiene, fue echada por tierra pues se confirmó su inocencia.

El político, quien volvió a instalarse en la cresta de la ola por medio de la candidatura de Mario Abdo Benítez, a quien acompañó como apoderado desde las internas coloradas, negó las acusaciones vertidas en su contra relacionadas a antecedentes con la justicia.

Aseguró que nunca fue investigado por el caso Jorge Fernández Zaván, y negó haber sido investigado también por el caso del extinto Banco Nacional de Trabajadores (BNT).

Contó que la única relación que tuvo con este banco es que fue abogado del presidente. “Nunca pasé por la puerta del BNT, no tuve una cuenta ahí, yo soy abogado del sector privado, hago un trabajo profesional a mis clientes”, explicó.

Mencionó que la única imputación que tuvo, “cayó por tierra”. Esta estaba relacionada con un caso de desvío de dinero en la Secretaría de la Reforma, pero Villamayor asegura que se produjo cuando él ya no estaba en la administración.

“Fue el director administrativo de ese entonces, cuyo nombre ya no recuerdo, quien desvió el dinero mucho tiempo después de que yo abandoné la Secretaría, fue él quien cometió el fraude, y falsificó una firma mía. El proceso terminó cuando el perito de la Fiscalía dijo que la firma no me correspondía”, argumentó el abogado.

En el caso de Proibérica, Villamayor expuso que se limitó a hacer un trabajo de defensa a su cliente.

“Yo soy abogado del sector privado, soy dueño de tomar un caso privado demandar y ganar”, aseveró al tiempo de agregar que casualmente hoy salió la sentencia de la mencionada firma, y ganó la demanda.

“Tardaron cuatro años en darnos la razón. El contrato se falsificó en el Ministerio del Interior. No se les permitió la defensa y no se le permitió la declaración indagatoria”, dijo Villamayor.

 

 

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