Risible argumento de abogado

El abogado Derlis Martínez, uno de los defensores del diputado Ulises Quintana, difundió un texto con supuestas “incoherencias” de la fiscalía contra su cliente. Sin embargo, el texto parece embarrar más a su cliente por casi carecer de sentido común.

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Derlis Martínez, uno de los abogados del diputado Quintana –quien se encuentra “desaparecido”–, se encargó de difundir un texto de 12 puntos en el que denuncia “inconsistencias” e “incoherencias” de la fiscalía contra su defendido.

El abogado, quien también trabaja para los Zacarías Irún, tiene a su hermana Celia Martínez trabajando para el presunto líder narco Reinaldo “Cucho” Cabaña (33).

En el texto, el abogado Martínez calificó como “inconsistente e incoherente” que Ulises Quintana haya ordenado “liberar” unos US$ 190.000 de un retén policial en Nueva Londres el pasado 28 de agosto. Allí, Diego Miguel Medina Otazú, supuesto secretario de Javier Cabaña “Cucho” y hoy en prisión, fue detenido con una fuerte suma de dinero.

Martínez dijo que el diputado no pudo haber ordenado eso a la Policía porque él no tiene autoridad sobre los agentes, y que “si lo hizo, la orden no era válida, y la policía no solo no estaba obligada a cumplir, sino que estaba obligada a NO cumplir”.

Dentro de la imputación se señala que agentes de policía cobraron US$ 6.000 por liberar ese dinero. El abogado de Quintana también se pregunta cuál es la acusación contra su cliente. “¿Cuál es la premisa válida? ¿O la plata se liberó por ‘orden’ del diputado o por el pago de 6.000 dólares de coima?”, indica.

En el punto tres de lo enviado por el abogado Martínez se lee: “En las conversaciones transcritas en la imputación, Ulises (Quintana) le pregunta a Reinaldo (Cucho) si la plata era limpia, a lo que Reinaldo responde que sí. Luego le pregunta si tiene cómo justificar, a lo que (Cucho) le responde que sí. Incluso le menciona el nombre de su empresa y que tiene autorización para transportar hasta 500.000 dólares. Entonces, mal se puede asumir que Ulises (Quintana) conocía el origen ilícito del dinero o que el dinero sería usado para algún fin ilícito”.

El abogado del legislador dice que este tipo de preguntas es “normal” porque él, como abogado (de Cucho Cabaña) debe analizar la situación y decidir si asesorar, aconsejar o intervenir en el asunto. De esta forma, implica directamente a su cliente como el defensor legal del presunto narco, siendo este diputado de la Nación.

En otro punto, se lee: “Cuando Reinaldo le llama a Ulises, le pregunta si le puede hacer un favor y le explica el problema, lo cual revela que Ulises no estaba enterado de que Reinaldo había enviado dinero a Asunción ni por quién lo hizo. Ulises le pide a Reinaldo el número de teléfono del chofer para llamarle a interiorizarse del problema, lo cual revela que Ulises no conocía al chofer del vehículo y no tenía su número de celular”.

El abogado del legislador reconoce que la llamada entre su cliente y Cucho Cabaña existió, y que el diputado le “advirtió” al presunto narco que “no quería meterse (...) porque le pueden crear problemas por lavado de dinero, así como le hicieron a González Daher”.

Para Derlis Martínez, abogado del diputado Quintana, la llamada de su cliente “no fue la que incidió” en el procedimiento, sino que este solo se limitó a preguntar cuál era el problema “y luego se excusó de intervenir en el asunto”.

Otro punto, el sexto del argumento, afirma: “La imputación señala que Ulises envió a dos secretarios suyos. Ulises es de Ciudad del Este y por su condición de parlamentario trabaja en Asunción. Nunca tuvo oficina en Caaguazú ni en Coronel Oviedo, pero por su condición de abogado conoce a muchos funcionarios fiscales y judiciales de varios puntos del país. Lo que hizo Ulises fue llamar a un asistente fiscal, conocido suyo, a comentarle que el secretario de un amigo tenía problemas en una barrera policial y pedirle si podía enviar a un abogado para que le asista. Sin embargo, este asistente fiscal por su cuenta decidió ir personalmente acompañado de otra persona, quienes finalmente participaron de las gestiones para la liberación del dinero”.

El defensor del diputado aseguró también que Ulises Quintana y Cucho Cabaña no tenían conversaciones frecuentes. “Si la investigación fiscal (Operación Berilo) lleva seis meses, y la imputación contra Ulises hace mención a escuchas telefónicas que se produjeron solo un día, en fecha reciente, significa que en realidad Ulises no tenía comunicación frecuente con Reinaldo y que tampoco participaba o tenía conocimiento de sus supuestos negocios turbios”.

El diputado Quintana se encuentra “desaparecido” luego de haber perdido sus fueros el pasado miércoles. El juez Rubén Ayala Brun lo citó para el próximo 21 de setiembre. El legislador debe comparecer primero ante la fiscalía. Sus abogados aseguraron que se entregará antes de esa fecha.

El diputado Ulises Quintana está imputado por supuesto tráfico de drogas en carácter de cómplice, tráfico de influencias, asociación criminal, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero por estar supuestamente implicado en la red del narcotráfico de Alto Paraná.

 Puede leer los 12 puntos del argumentos completos, sin editar, visite este enlace.

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