G. 1.000 millones, al tacho por vacunas vencidas

El ministro de Salud confirmó que está en curso un sumario tras confirmarse que al menos unas 20.000 vacunas -principalmente contra el rotavirus- están por vencer, lo que supondrá una pérdida de G. 1.000 millones. Indagan si hubo una compra innecesaria.

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Mientras se sufren numerosas carencias en hospitales públicos y hasta ayer se hablaba incluso de inminente desabastecimiento por falta de insumos, unos G. 1.000 millones en vacunas están por perderse, debido a que los biológicos están próximos a vencer.

En contacto con radio ABC Cardinal, el ministro de Salud, Carlos Morínigo, confirmó que recibió días atrás un informe del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) en que se daba cuenta de unas 20.000 dosis que constituyen un “remanente”. “Tenemos 20.000 vacunas que están sobrando y el costo de estas es de entre G. 900 millones y G. 1.000 millones (…) Estamos auditando ya todas las gestiones y, si algo está mal, saber quiénes son los responsables de ese hecho”, aseveró.

El alto funcionario comentó que se trata de vacunas contra el rotavirus, principalmente. “Se ha cumplido en teoría con la población que debía aplicarse y han sobrado las vacunas; quiero saber por qué sobraron las vacunas y si se ha aplicado al grupo etario correspondiente”, detalló.

Morínigo reafirmó que “tiene que haber una razón de por qué vencen esta vacunas. Tengo entendido que cumplieron con las metas de vacunación y aun así sobraron estas vacunas. Quiero saber en qué parte se falló y si se pidió de más, una cantidad equivocada, diferente a la cantidad que se necesitaba...”, refirió.

Según detalló el secretario de Estado, la compra de los biológicos se concretó el año pasado y, teóricamente, la cantidad adquirida debía corresponder con el número de personas a las que se apunta con el programa.

No es la primera vez que el Ministerio de Salud se desangra en materia presupuestaria con vacunas adquiridas que terminaron perdiéndose. Uno de los escándalos más grandes se dio en 2012, cuando se informó de unas 300.000 dosis que vencieron en los depósitos de la cartera de Estado. En aquella ocasión, del total, 192.000 vacunas eran para evitar el sarampión, la papera y la rubeola.

En 2014, la Fiscalía de Delitos Económicos acusó a la licenciada Gloria Beatriz Giménez, exjefa del Centro Nacional de Vacunas, debido a un daño patrimonial de más de G. 1.500 millones por el vencimiento de 17 tipos de biológicos. Al año siguiente, un tribunal condenó a Giménez a cuatro años de prisión.

Una vez vencidos, los biológicos deben ser destruidos mediante un proceso en que se los somete a altas temperaturas, a fin de evitar riesgos por el quiebre de la cadena de frío.

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