Un estudio revela que las esponjas de mar comparten casi un 70% de genes con los humanos.
La secuencia genética de las esponjas de mar de la Gran Barrera de Arrecife de Australia mostraron que ese animal acuático invertebrado comparte mucho de sus genes con los humanos, incluido un gran número de genes asociados con enfermedades y cáncer.
El descubrimiento podría echar las bases de descubrimientos en cáncer y en investigación sobre células madres, afirmó el jefe del estudio, Bernard Degnan, de la Universidad de Queensland. "Las esponjas tienen lo que (se considera) el Santo Grial de las células madres" , dijo Degnan.
Explorar las funciones genéticas de las células madres de las esponjas podría revelar "relaciones profundas e importantes" con los genes que influencian la biología de las células madres humanas, agregó. "Podría incluso modificar la forma en que pensamos nuestras células madres y cómo podríamos usarlas en futuras aplicaciones médicas" , dijo.
El estudio, publicado por la revista Nature esta semana, es el resultado de más de cinco años de investigación por un equipo internacional de científicos.
La secuencia genética de las esponjas de mar de la Gran Barrera de Arrecife de Australia mostraron que ese animal acuático invertebrado comparte mucho de sus genes con los humanos, incluido un gran número de genes asociados con enfermedades y cáncer.
El descubrimiento podría echar las bases de descubrimientos en cáncer y en investigación sobre células madres, afirmó el jefe del estudio, Bernard Degnan, de la Universidad de Queensland. "Las esponjas tienen lo que (se considera) el Santo Grial de las células madres" , dijo Degnan.
Explorar las funciones genéticas de las células madres de las esponjas podría revelar "relaciones profundas e importantes" con los genes que influencian la biología de las células madres humanas, agregó. "Podría incluso modificar la forma en que pensamos nuestras células madres y cómo podríamos usarlas en futuras aplicaciones médicas" , dijo.
El estudio, publicado por la revista Nature esta semana, es el resultado de más de cinco años de investigación por un equipo internacional de científicos.