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Un contragolpe de tres paraguayos contra un defensor norteamericano terminó en la duda de Miguel Almirón y la oportuna intervención del zaguero John Brooks fue la perfecta descripción del torneo que tuvo el combinado nacional. Tuvo sus chances, pero no supo aprovecharlas.
Jurgen Klinsmann, técnico rival, se percató que un zaguero como Da Silva jugaba de lateral y lo mandó a Gyasi Zardes para que arranque como volante por izquierda para agarrar al hombre del Toluca siempre en ventaja con velocidad. Así llegó el solitario gol. Desborde del puntero y centro hacia atrás que definió el ídolo local, Dempsey a los 27 minutos.
La fórmula de apelar al balón detenido no tuvo el efecto deseado porque Ayala no estuvo en su noche y porque las torres de la zaga rival, Brooks y Cameron, quienes superan los 190 centímentros de altura, sacaron absolutamente todo. Como ante Colombia, Lezcano tuvo el gol en sus pies en la última jugada de la etapa inicial, pero no definió bien.
Iturbe ingresó en la complementaria por Balbuena para ordenar la zaga defensiva con Ayala de lateral. El segundo tiempo tuvo una expulsión tempranera del lateral estadounidense Yetlin y dejó con diez a su equipo. El hombre de más desnudó aún más la falta de ideas y claridad a la hora de aprovechar la ventaja numérica. Las pocas veces que se llegó, siempre chocó con la muralla del golero Guzan.
Un torneo que deja el sinsabor de la falta de previsión, ausencias notables y la ineficacia en la definición terminan explicando una tempranera eliminación que decepcionó a la gran cantidad de compatriotas, quienes dijeron presentes en Filadelfia y a toda la afición deportiva del país.
daniel.chung@abc.com.py