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"Es un anhelo de los ancianos que se cumplió", dijo Miguel Angel Alarcón, vicecoordinador de la ONG Iniciativa Amotocodie (IA).FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). Un grupo de 12 familias ayoreas, entre ellas varios ancianos y el líder, Onine Cutamurajna, partieron ayer en cuatro camionetas de la Gobernación de Boquerón a la zona de Teniente Pico, donde quieren reasentarse para recuperar sus costumbres ancestrales. El grupo se trasladó al lugar con algunos víveres, frazadas y una motocicleta.
En total, quieren ir al lugar 35 familias civilizadas de Ebetogue, según indicaron.
"No van a vivir desnudos como antes; ya están hoy civilizados, pero van vivir de la cacería, no hay otra cosa ahí. Si hay personas que dan trabajo, pueden hacer changas también", dijo Mateo Sobode, de Campo Loro, quien acompañó al grupo y trabaja para la ONG Iniciativa Amotocodie (IA).
La IA realiza monitoreos de huellas de los aborígenes en el Chaco y tiene como objetivo proteger a los últimos grupos de ayoreos en estado natural.
Miguel Angel Alarcón, vicecoordinador de IA, dijo que se trata de un anhelo de muchísimo tiempo de los ancianos. Agregó que cuando en el 2008 los abuelos ayoreos hicieron un recorrido por varios lugares ancestrales en el norte del Chaco estaban con mucho deseo de volver a vivir en el monte y reencontrarse con sus alimentos y cultura. Señaló que "sintieron mucho el hacinamiento en Ebetogue y las dificultades de la vida cerca de las ciudades, y están muy contentos de poder volver; es un anhelo que se cumple".
El nuevo asentamiento se llama Cuyabia Idia y está ubicado a 70 kilómetros de la ruta Transchaco, sobre la Picada 108, a 35 kilómetros al sur de Teniente Pico, en el departamento de Boquerón, a unos 640 kilómetros de la capital del país, Asunción.
Las tierras donde habitarán cuenta con unas 25.000 hectáreas que fueron compradas por el Instituto Paraguaya del Indígena (Indi) durante la administración de Valentín Gamarra.
Sin embargo, por todos los "errores" que se cometieron durante el trámite para la compra y la falta de un catastro fiel, no es muy seguro que tenga la superficie mencionada, sino ser mucho menor, según dijo Francisco Pignata, coordinador del proyecto Reguralización de Tierras Indígenas (RTI), que apoya el reasentamiento.
En el acto de despedida a las doce familias estuvo presente el gobernador de Boquerón Walter Stoeckl (PEN), quien aplaudió la decisión de los nativos ayoreos de volver al monte.
En total, quieren ir al lugar 35 familias civilizadas de Ebetogue, según indicaron.
"No van a vivir desnudos como antes; ya están hoy civilizados, pero van vivir de la cacería, no hay otra cosa ahí. Si hay personas que dan trabajo, pueden hacer changas también", dijo Mateo Sobode, de Campo Loro, quien acompañó al grupo y trabaja para la ONG Iniciativa Amotocodie (IA).
La IA realiza monitoreos de huellas de los aborígenes en el Chaco y tiene como objetivo proteger a los últimos grupos de ayoreos en estado natural.
Miguel Angel Alarcón, vicecoordinador de IA, dijo que se trata de un anhelo de muchísimo tiempo de los ancianos. Agregó que cuando en el 2008 los abuelos ayoreos hicieron un recorrido por varios lugares ancestrales en el norte del Chaco estaban con mucho deseo de volver a vivir en el monte y reencontrarse con sus alimentos y cultura. Señaló que "sintieron mucho el hacinamiento en Ebetogue y las dificultades de la vida cerca de las ciudades, y están muy contentos de poder volver; es un anhelo que se cumple".
El nuevo asentamiento se llama Cuyabia Idia y está ubicado a 70 kilómetros de la ruta Transchaco, sobre la Picada 108, a 35 kilómetros al sur de Teniente Pico, en el departamento de Boquerón, a unos 640 kilómetros de la capital del país, Asunción.
Las tierras donde habitarán cuenta con unas 25.000 hectáreas que fueron compradas por el Instituto Paraguaya del Indígena (Indi) durante la administración de Valentín Gamarra.
Sin embargo, por todos los "errores" que se cometieron durante el trámite para la compra y la falta de un catastro fiel, no es muy seguro que tenga la superficie mencionada, sino ser mucho menor, según dijo Francisco Pignata, coordinador del proyecto Reguralización de Tierras Indígenas (RTI), que apoya el reasentamiento.
En el acto de despedida a las doce familias estuvo presente el gobernador de Boquerón Walter Stoeckl (PEN), quien aplaudió la decisión de los nativos ayoreos de volver al monte.