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ATENAS (EFE). La organización internacional señaló que en lo que va de año, más de 46.000 refugiados han llegado a Grecia a través de sus fronteras marítimas y las islas que reciben el mayor número de personas son Lesbos, Jíos, Kos, Leros y Samos.
En Kos, situada en el Dodecaneso, la situación es especialmente grave.
Allí Médicos Sin Fronteras ha puesto en marcha en los últimos meses un programa de asistencia médica y humanitaria, debido a la falta de servicios de recepción por parte de las autoridades.
“Parece que la posición de la UE es tratar a los inmigrantes y refugiados como enemigos”, según declaraciones del jefe de misión de MSF en Grecia y los Balcanes, Stathis Kirusis, al diario To Bima.
Kirusis asegura: “Quieren construir muros y desarrollar las fuerzas militares para hacer cualquier cosa que pueda mantener a estas personas de fuera de Europa” y lamenta que actualmente la ayuda de la Unión Europea (UE) a los refugiados es limitada, incluso en algunos casos mínima.
“La gestión del flujo de personas es responsabilidad exclusiva del Estado. Pero en ausencia de cualquier tipo de asistencia significativa, MSF decidió que teníamos que hacer algo por la salud y la dignidad básica de estas personas”, explicó el responsable de la organización.
Así que MSF desplegó esta campaña en Kos para proporcionar alojamiento y satisfacer, al menos, las necesidades básicas de las miles de personas que llegan cada semana.
Según datos de la organización, el promedio de llegadas diarias a Kos está entre 150 y 200 personas y más del 90% de ellas proceden de países en guerra como Siria, Afganistán, Irak y Somalia.
El Gobierno griego ha pedido en repetidas ocasiones ayuda a la UE para poder hacer frente a esta situación, ya que sus recursos son limitados y ha reconocido que los guardacostas del país están desbordados.
Además, ha iniciado un plan de emergencia para proveer de servicios básicos a los recién llegados.