Los túneles de la delincuencia

Este artículo tiene 9 años de antigüedad
/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2395

Sea para robo de entidades financieras, para fugas masivas en cárceles o incluso para el robo de granos de soja, los túneles se convirtieron en una de las vías favoritas para la delincuencia en Paraguay.

Un túnel de aproximadamente cuarenta metros de largo inició en un departamento de la planta baja de un edificio ubicado sobre la calle 15 de Agosto de Asunción y, terminó dentro del Banco Continental, sobre la calle Estrella casi 15 de Agosto. El golpe hubiese sido certero, pero un incauto “topo” sacó la mano por el pequeño agujero que comenzó a abrir en el piso de la banca, muy cerca de la bóveda de seguridad, y alertó así a los guardias privados de la banca.

Sea para para fugas masivas, como lo planearon internos del penal de Tacumbú que llegaron a ganar la calle, donde –desafortunadamente para ellos- la Policía ya los esperaba; o como lo intentaron otros reos en Pedro Juan Caballero, Concepción y Ciudad del Este; sea para robar entidades financieras o incluso, como ya ocurrió, para robar granos de soja de silos, los túneles se convirtieron en una constante en los últimos años.

Uno de los últimos casos fue el intento de robo a la aseguradora Prosegur en Ciudad del Este. En esa ocasión el corredor tenía unos 350 metros y ABC Color había presentado un recuento de la ya muy utilizada técnica de los delincuentes.

En diciembre de 1997, una gavilla de asaltantes fue detenida por efectivos de la Policía en la ciudad de Choré, San Pedro. Según los relatos de los medios de prensa de aquellos días, el grupo había alquilado una casa en las inmediaciones de la sucursal del Banco Nacional de Fomento (BNF) de esa ciudad; desde allí comenzaron a excavar un túnel que llegaba ya hasta la muralla que rodeaba al edificio bancario.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

La intención de los malvientes de la llamada “Banda de Choré” era alzarse con un botín superior a los G. 2.000 millones. Entre los detenidos figuraban algunos nombres como Lucio Silva, Alcides Omar Oviedo Brítez, Carmen María Villalba; todos militantes del partido de izquierda Patria Libre, cuya facción más extremista pasaría a convertirse en el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

El caso de Choré fue uno de los primeros, pero le seguirían varios otros corredores del hampa en la historia delincuencial paraguaya.

En julio de 2002, cinco cuadros valuados en una multimillonaria suma de dinero fueron robados del Museo Nacional de Bellas Artes de Asunción, por una banda que accedió al edificio a través de un túnel que cruzaba una céntrica calle.

En marzo de 2003, un enorme lote de relojes y joyas, además de otros objetos de valor fueron robados del local de Galerías Guaraní, ubicado en Palma 931 casi Colón. Para su cometido, los ladrones construyeron un túnel desde el adyacente local del Templo de la Masonería.

En febrero de 2006, efectivos de la Policía hallaron un túnel de 118 metros de largo que se construyó desde una casa y conectaba a la bóveda del banco ABN Amro, en la zona de Villa Morra. La vivienda, ubicada en O,Higgins 725 casi Lillo, detrás del banco, fue adquirida por el boliviano Alfonso Benítez y en su interior se hallaron sofisticados equipos de construcción, además de cientos de bolsas de tierra.

El túnel estaba diseñado para trabajar durante varias horas ya que contaba con un sistema de aireación, varios ventiladores, luz eléctrica e intercomunicadores. La excavación había llegado hasta la pared del subsuelo de la sucursal bancaria. La intención de los malvivientes era robar primero las cajas y después la bóveda.

Otro túnel fue encontrado en enero de 2011, en la zona de Lambaré. Desde una vivienda abandonada contigua a la casa de la fiscala de la Unidad Antisecuestro Sandra Quiñónez se halló una excavación que supuestamente iba dirigida al domicilio de la representante del Ministerio Público encargada de la investigación de varios casos que involucraban al EPP.