Con gran caradurez, maliciosa y falsamente la Conmebol insinúa en su denuncia innominada del 4 de febrero de este año que un banco en particular no tuvo la “debida diligencia” en relación con fondos allí depositados de Nicolás Léoz, cuando en cuatro años prácticamente no movió un dedo para impulsar su denuncia anterior, del 6 de junio de 2017, ya entonces y hasta ahora bajo la presidencia de Alejandro Domínguez, y cuando tanto la Conmebol como la fiscalía ignoraron deliberadamente informes de la Seprelad que les permitían, si así lo hubiesen querido, rastrear los movimientos de Léoz en todo el sistema financiero paraguayo.
Nicolás Léoz Almirón falleció en Asunción el 28 de agosto de 2019, hoy exactamente hace dos años. Imputado en Suiza y en Estados Unidos, país que solicitó su extradición el 23 de julio de 2015, pasó sus últimos años en reclusión domiciliaria, pero, fuera de eso, hasta el día de su muerte nadie lo molestó en Paraguay. La Justicia paraguaya nunca aprobó el exhorto estadounidense, la Conmebol hizo una denuncia que nunca impulsó y la fiscalía nunca lo investigó ni solicitó el embargo preventivo de sus bienes, pese a contar con amplia evidencia para ello.
La Conmebol y la fiscalía paraguaya jamás molestaron en vida a Nicolás Léoz, que permaneció en cómoda reclusión domiciliaria en Paraguay desde el FIFA-gate y gozó hasta su muerte de absoluta libertad para disponer de sus bienes en el país. Solo después de su fallecimiento, ocurrido el 28 de agosto de 2019, la Confederación inició gestiones extrajudiciales con los herederos de su expresidente para recuperar parte de los fondos desviados de la institución, pero nunca aclaró los términos de los acuerdos ni la fuente del 92% del dinero.
Si la Conmebol y la fiscalía tenían verdadero interés en investigar los movimientos financieros de Nicolás Léoz en Paraguay y establecer posibles conexiones con fondos desviados de esa institución por su expresidente tenían todo lo que necesitaban, con informes de inteligencia financiera remitidos a propósito de su propia denuncia de junio de 2017 que les permitían rastrear la ruta del dinero, pero en todos estos años no hicieron absolutamente nada, al punto de que Léoz gozó hasta su muerte, el 28 de agosto de 2019, de completa libertad de disponibilidad de sus bienes en el país.
En su denuncia del 4 de febrero de este año, aunque es innominada, buscando incriminar a Banco Atlas, la Conmebol menciona que en 2016 su expresidente Nicolás Léoz formalizó dos fideicomisos con esa entidad por 6,1 millones de dólares en total. Sin embargo, a sabiendas omite que, en la misma época, el mismo titular constituyó otros fideicomisos por montos muy superiores en otros bancos de plaza y que siguió operando con fuertes sumas de dinero en el sistema financiero paraguayo hasta poco antes de su fallecimiento, ocurrido el 28 de agosto de 2019.
La Confederación Sudamericana de Fútbol tiene a su disposición todos los elementos para rastrear movimientos financieros de varias decenas y quizás centenas de millones de dólares por parte de su expresidente Nicolás Léoz, así como para exigir que se investigue la posible conexión de ese dinero con fondos desviados de la institución. En vez de eso, hizo una extraña segunda denuncia en la que apunta a una única entidad bancaria y hace la vista gorda frente a todo el resto. Ya en la primera declaración testifical de la causa cometen un significativo descuido que dará que pensar a nuestros lectores.
El 4 de febrero de este año la Confederación Sudamericana de Fútbol presentó al Ministerio Público una denuncia innominada por posible lavado de dinero desviado de la institución por su expresidente Nicolás Léoz. Si ese fuera realmente el objetivo no habría nada que objetar. Lamentablemente, hasta el momento todo indica que el verdadero propósito es manchar arbitraria e injustificadamente el nombre de una institución financiera en particular, que no está involucrada en los hechos, y, más grave aun, deliberadamente evitar la investigación de importantes indicios que saltaron en el marco de una denuncia anterior de la propia Conmebol.
El periodista Eran Cicurel, editor de noticias internacionales de la radio pública israelí (KAN, o, en inglés, Israel Public Broadcasting Corporation), obtuvo un documento de 1969 que revela un plan secreto para traer a Paraguay a 60.000 palestinos de las zonas recientemente ocupadas, a cambio de una coima que hoy equivaldría a unos 15 millones de dólares por lo menos. El proyecto se llegó a iniciar y luego fracasó abrupta y trágicamente.
Este año ha estado fuertemente instalado en el país el debate de las relaciones de Paraguay con la República de China (Taiwán) y la República Popular China, con la cual existen lazos comerciales, pero no vínculos formales, debido a que, para ello, Beijing exige previa ruptura con la que considera una provincia rebelde. ¿Le conviene a Paraguay esa ruptura, política y económicamente? A simple vista podría parecer que sí. Una mirada más cuidadosa da fuertes razones a favor de lo opuesto.
El Dr. Joseph Wu, ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, dijo no estar preocupado por las relaciones con Paraguay, que considera están muy sólidas y se van a mantener. No obstante, señaló que están conscientes de que hay que dar pasos más firmes en el campo económico-comercial, que tomó nota de esa preocupación, y que van a trabajar arduamente por traer más inversiones taiwanesas al país.