Durante el partido y a su conclusión no hubo el suficiente control para que jóvenes aficionados saltaran al césped. Si en la segunda parte un seguidor buscó con móvil en mano a Kylian Mbappé y acabó abrazando al delantero francés, a la conclusión del partido fueron varios los que desafiaron a las fuerzas de seguridad.
La mala suerte se alió con Morata en un incidente evitable. Un miembro de la seguridad privada se resbaló en su carrera y golpeó a Morata, que de espaldas no esperaba la patada. Le dobló la rodilla derecha y rápido el capitán de la selección se quejó del dolor que sentía.
Se incorporó cojeando a la foto que los internacionales españoles se hicieron con la afición a sus espaldas y Dani Carvajal le calmaba dándole un beso en la cabeza.