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Las relaciones interespecíficas son las que se establecen entre los seres vivos que pertenecen a especies diferentes, dentro de un ecosistema.
En la mayoría de los casos, el alimento es el factor que relaciona a los organismos.
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Desde el punto del beneficio que obtienen los organismos asociados, las relaciones interespecíficas pueden clasificarse en:
- beneficiosas, cuando una o ambas especies se benefician, o
- perjudiciales, cuando una de ellas sale dañada en la relación.
Existen varios ejemplos de relaciones interespecíficas
- Depredación. Un ser vivo es beneficiado (depredador) porque caza y se alimenta de otro ser vivo llamado presa. Es una forma de mantener las poblaciones saludables porque el depredador suele alimentarse de los individuos más viejos, débiles o enfermos. Las presas, por lo general, son de menor tamaño que los depredadores, a no ser que estos cacen en grupos. Ejemplos de depredadores: la hiena que caza a una gacela y los lobos a un ciervo.
- Parasitismo. En este caso, el ser vivo que se beneficia se llama parásito y el que se perjudica es el hospedero. El parásito se alimenta del hospedero sin llegar a matarlo, pues de él depende su subsistencia. Los parásitos son ectoparásitos cuando viven en el exterior de su hospedero y endoparásitos si viven en su interior. Ejemplos de parasitismo: las pulgas que viven en el pelaje de un perro, las lombrices que viven en el intestino del ser humano.
- Comensalismo. Una especie, denominada comensal, se beneficia de su relación con otro individuo, pero sin perjudicarlo. Esa ventaja obtenida puede ser alimentación, soporte, protección. Ejemplos de comensalismo: las orquídeas que viven sobre los troncos de los árboles obteniendo un soporte adecuado o la lechuza que anida en el tronco de los árboles.
- Mutualismo. En este caso, ambos individuos se benefician, pero la relación entre ellos no es obligatoria, pueden separarse si lo desean. Ejemplo de mutualismo: los pájaros que se alimentan de las garrapatas que tiene el ganado.
- Simbiosis. Los dos individuos se ayudan y relacionan de tal manera que no pueden vivir separadamente. Ejemplos de simbiosis: las bacterias que viven en el estómago de los rumiantes alimentándose y haciendo posible la digestión de la celulosa, los líquenes que son producto de la asociación de un alga y un hongo.
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Fuentes