Estados Unidos lo acusa de haber enviado a través de su país “más de aproximadamente 500.000 kilogramos de cocaína” con destino a Estados Unidos.
Hernández es el primer expresidente de Honduras en ser solicitado en extradición por Estados Unidos para enjuiciarlo por narcotráfico.
El 31 de marzo, un hermano suyo, Juan Antonio “Tony” Hernández, fue sentenciado a cadena perpetua más 30 años de prisión por tráfico de narcóticos en un tribunal de Manhattan, donde se destacó que sus actividades delictivas fueron patrocinadas por el propio estado del país y se le acusó de haber asfixiado a Honduras.
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“El juez (Edwin Ortez) de Extradición de Primera Instancia resuelve conceder solicitud de extradición remitida por la Corte del Distrito Sur de Nueva York para el expresidente de la República Juan Orlando Hernández Alvarado”, dijo el portavoz de la Corte Suprema de Justicia, Melvin Duarte, al cierre de una audiencia de casi doce horas.
Agregó que Hernández "no podrá ser juzgado por delitos distintos a los que han sido presentados en la audiencia y no podrá ser juzgado igualmente por delitos por hechos conocidos antes de 2012".
El pleno de magistrados del Supremo deberá conocer la apelación que presente la defensa del expresidente y podrá "ratificar o modificar" la resolución del juez, subrayó.
Dijo que no se sabe la fecha en que Hernández será extraditado y que en caso de que el pleno del Supremo ratifique la resolución, seguirán trámites con otras instituciones como la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Embajada de EE.UU. en Tegucigalpa.
Sin pruebas
En la audiencia para la presentación y evacuación de pruebas, el juez le dio a conocer a las partes “toda la documentación certificada, debidamente traducida, que ha sido enviada por Estados Unidos, en este caso por la Corte del Distrito Sur de Nueva York, que lo solicita”, había dicho antes el portavoz del poder judicial.
Antes de concluir la audiencia, la defensa del exmandatario señaló en un comunicado que "el Gobierno de Estados Unidos no remitió ninguna prueba fehaciente y suficiente que involucre al ciudadano y expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández en actividades del narcotráfico, como lo exige el Tratado de Extradición para que el juez otorgue el pedido de extradición".
Señaló además que, de acuerdo con la ley hondureña, no constituye prueba el simple relato de un testigo de referencia, y que "en un tribunal de justicia hondureño lo que la Fiscalía de EE.UU. envió no sustentaría ninguna acusación contra ningún imputado".
"La Fiscalía de EE.UU. no envió ninguna documentación probatoria, ni fotografías, ni audios, ni videos, ni transacciones o cualquier otro elemento probatorio que respalde su acusación", acotó.
Su esposa rechaza acusaciones
Por razones de seguridad, Hernández fue llevado en un helicóptero desde la unidad de Fuerzas Especiales de la Policía Nacional, donde está recluido desde el 15 de febrero, cuando fue capturado en su residencia, hasta la Corte Suprema de Justicia. A la misma instalación fue llevado luego de la decisión del juez, por tierra.
Decenas de seguidores del exgobernante, del conservador Partido Nacional, bajo cuya bandera Hernández fue presidente durante ocho años, le expresaron su apoyo en las afueras del poder judicial coreando consignas y con pancartas señalando que es inocente.
La ex primera dama y esposa del expresidente, Ana García, dijo que Hernández es "inocente" y agradeció el apoyo de sus seguidores.
"Gracias amigos y amigas por su apoyo, es una causa justa, Juan Orlando es inocente, él no es narcotraficante, nunca lo ha sido y como dije antes, su compromiso siempre fue devolver la paz y la seguridad a nuestro país", subrayó García.
EE.UU. LO ACUSA DE TRES CARGOS
El expresidente Hernández siempre negó que tuviera nexos con narcotraficantes y atribuyó los señalamientos en su contra, incluso de autoridades judiciales de Estados Unidos, a una "venganza" de narcotraficantes que fueron extraditados cuando él fue gobernante que buscan una reducción de penas en el país del norte.
Según informó en febrero la Embajada estadounidense en Tegucigalpa, Hernández enfrentaría tres cargos, el primero por "conspiración para importar una sustancia controlada a los Estados Unidos", con el "conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente" en ese país".
El segundo por "usar o portar armas de fuego, o ayudar e instigar al uso, el poder y la posesión" de "ametralladoras y dispositivos destructivos", y el tercero por una "conspiración para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos (...), en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos".
Hernández, según la acusación, "participó en una conspiración violenta de narcotráfico para recibir cargamentos de múltiples toneladas de cocaína enviadas a Honduras desde Colombia y Venezuela, entre otros lugares".
La droga se movilizó "por rutas aéreas y marítimas, y para transportar las drogas hacia el oeste de Honduras, hacia la frontera con Guatemala, y finalmente a los Estados Unidos".
La acusación señala que “en total, desde aproximadamente 2004, la conspiración transportó más de aproximadamente 500.000 kilogramos de cocaína a través de Honduras con destino a los Estados Unidos”.