En declaraciones de Duda a una televisión ultraconservadora y afín al anterior Gobierno, éste afirmó que jamás ratificará una ley que despenalice el aborto en Polonia porque "el aborto es matar personas".
Duda subrayó que una mujer embarazada que se somete a un aborto ilegal no debería ser castigada "porque se encuentra en una situación especial", pero "las personas que de alguna manera participan en este procedimiento, de manera ilegal", sí.
Estas declaraciones se produjeron justo después de que Tusk anunciase su intención de acelerar la aprobación de una ley para despenalizar el aborto hasta la semana 14 de embarazo, una de sus principales promesas electorales, y aseguró que "tras las palabras, ha llegado el momento de los hechos".
Tusk replicó al anuncio de veto de Duda con un mensaje en redes sociales en el que escribió: "ir a la cumbre de la OTAN en Washington y escupir al Gobierno polaco en una entrevista televisiva y anunciar nuevos vetos. Ésta no es la misión del presidente. ¡Qué vergüenza!".
En la entrevista a la que aludió Tusk el presidente polaco criticó la política económica y social del Ejecutivo liberal, a la que comparó con las medidas del anterior Gobierno ultraconservador.
"O estamos ante personas que permiten que se robe o simplemente no saben evitarlo. En cualquier caso, significa que son unos zoquetes, incapaces de gestionar el Estado polaco. Durante ocho años, el dinero estuvo ahí y nos permitió brindar servicios que según ellos eran imposibles (de sostener)", dijo Duda.
Además, el presidente polaco, que mantiene profundos desacuerdos con Tusk, aseguró que "en los últimos seis meses se han producido violaciones flagrantes de la ley y la Constitución en Polonia".
Desde su llegada a poder a comienzos de este año, el Gobierno ha emprendido una serie de medidas para llevar ante los tribunales a varios ministros y altos cargos del anterior Ejecutivo para que respondan por lo que Tusk considera prácticas corruptas y contrarias al Estado de Derecho.