Hace cuatro años se consumaba el plagio que terminó siendo el más largo de la historia del Paraguay. Edelio cayó en manos de criminales del grupo autollamado EPP el 5 de julio del 2014, casi de forma fortuita, un día en que se encontraba de cacería con algunos parientes y amigos en un monte de la estancia “Macchi Cue”, ubicada en el distrito de Arroyito, departamento de Concepción.
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Edelio prestaba servicios en el puesto policial N° 7 del asentamiento Núcleo 3 de Arroyito, dependencia que ya había sido objeto de un ataque a tiros por parte del EPP el 21 de agosto del 2013, cuando ni una semana había transcurrido desde la asunción de Horacio Cartes.
Uno de los hombres que lo acompañó aquella jornada, comentó que las personas que los emboscaron portaban brazaletes con las siglas del EPP y vestían uniformes camuflados. El encuentro se produjo cuando intentaban pasar una zona angosta de un cauce de agua.
Recordó las expresiones de felicidad de los criminales cuando notaron que el arma de Edelio tenía la inscripción de Policía Nacional. Al caer la noche, todos los acompañantes tuvieron que despedirse de Edelio, ya que fueron informados que este quedaría con ellos. Fue la última vez que lo vieron.
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La intención era “canjear” al policía por la libertad de seis epepistas que estaban en prisión, condenados por secuestro y otros crímenes. El 30 de setiembre, mediante un panfleto hallado por vecinos de la zona, el EPP emplazó al Gobierno hasta el 14 de octubre para realizar el intercambio, caso contrario ejecutarían a Edelio.
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En octubre de aquel año, 111 días después del secuestro, llegaba a los medios de comunicación la única prueba de vida de vida de Edelio Morínigo y de otra de sus víctimas, Arlan Fick, hoy ya liberado. Se trató de un video en el que se veía a ambos en un campamento del grupo criminal, rodeado de hombres fuertemente armados. Fueron obligados a leer un comunicado y tuvieron oportunidad de dirigirse a sus familias.
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En este video Alejandro Ramos insistía con el canje, con una nueva fecha límite, el 1 de noviembre, y la consecuencia por no liberar a los suyos era la misma. La negociación nunca prosperó. Arlan fue liberado en la navidad de ese año (2014), mientras Edelio sigue en cautiverio.
El 26 de diciembre de 2014, Arlan -ya libre- se encontró con doña Obdulia y le contó que su hijo Edelio seguía con vida y que lo había visto por última vez el 21 de diciembre de ese año, fecha en que fueron separados. Estas palabras calmaron la angustia que traían desde que venció el plazo de negociación.
Tras años de incertidumbre, respuestas esquivas del Gobierno, la Fuerza de Tarea Conjunta recibió en varias ocasiones jugosas inyecciones de ampliaciones presupuestarias. No fueron capaces de resolver uno solo de los secuestros activos. Todos terminaron cuando el EPP lo decidió. Todos menos el de Edelio y el del ganadero Félix Urbieta, quien a su vez hoy cumple hoy 631 días de plagio.
El 11 de abril de este año fue uno de los días más dramáticos en el caso. La FTC comunicó a la familia de Edelio que este había sido asesinado hace ya mucho tiempo. Las autoridades uniformadas se basaron en panfletos inconclusos hallados en un campamento desmantelado que supuestamente pertenecía al EPP, muy similar al escrito que confirmó la muerte y la ubicación del cuerpo de Abrahán Fehr Banman.
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Pronto empezó a caer esta teoría que nuevamente empezó a ensuciar el uniforme de la FTC. Se detectaron serios indicios de manipulación en el panfleto, que sospechosamente fue entregado a la familia -y se montó todo un show mediático- el mismo día que la Corte Suprema de Justicia habilitaba a Horacio Cartes y Nicanor Duarte Frutos para ser candidatos a senadores. Una sospechosa coincidencia.
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La familia pronto descartó la veracidad de esta nota y la FTC quedaba una vez más en ridículo. El clamor de libertad era más doloroso pero recuperaba su fuerza. Hoy, 1.462 días después, todo el país aún espera el regreso de Edelio Morínigo, caso que se traduce en uno de los fracasos más notorios del gobierno saliente de Horacio Cartes.
