La “exportación de la revolución”, llevar a otras sociedades las fórmulas que están modificando la propia, es una suerte de lugar común de todos los procesos revolucionarios del mundo y de la Historia, aunque en nuestra región lo popularizaron Fidel Castro y Che Guevara, “exportando” la “Revolución Cubana” a varios países de América Latina y África.
Mantuvimos, el pasado jueves, en “Mesa” por ABC TV, un breve debate con el abogado Guillermo Duarte Cacavelos sobre las razones que explican por qué una mayoría de la Cámara de Senadores aprobó violar el Artículo 248 de nuestra Constitución que prohíbe a cualquiera intervenir de cualquier manera en los juicios de desarrolla el Poder Judicial.
Las empresas/sucursales del Foro Económico Mundial autodenominadas organizaciones no gubernamentales (ONG)/sociedad civil en nuestro país difícilmente quieran publicar ahora los argumentos del gobierno de Alfredo Stroessner sobre la libertad de expresión, porque sus patrones los están emulando.
El Artículo 7 de nuestra Constitución dice que “Toda persona tiene derecho a habitar en un ambiente saludable y ecológicamente equilibrado. Constituyen objetivos prioritarios de interés social la preservación, la conservación, la recomposición y el mejoramiento del ambiente, así como su conciliación con el desarrollo humano integral. Estos propósitos orientarán la legislación y la política gubernamental”.
El portal de la Corte Suprema de Justicia en el que están publicados los turnos y nombres de los jueces penales de Garantías, el máximo tribunal recuerda que “A los jueces penales de garantía, de acuerdo al Art. 282 del Código Procesal Penal, les corresponderá:… en general, controlar el cumplimiento de todos los principios y garantías establecidos en la Constitución, en el Derecho Internacional vigente y en este código”.
Los señores de la Unión Europea en nuestro Paraguay actúan cada vez más ensoberbecidos pontificando sobre nuestros asuntos porque tienen la complicidad de cipayos paraguayos que cobran dinero de las empresas/sucursales del Foro Económico Mundial (autodenominadas “organizaciones no gubernamentales”, ONG, o “sociedad civil”) o de oligopolios enchufados a aquella Unión.
Es difícil evitar la tentación de confundir el heroísmo de ciertas figuras con la articulación de un proyecto de gobierno: Las simpatías que despierta Kattya González entre los no cartistas no colorados, por tomar el ejemplo de esta semana, impiden muchas veces discernir la diferencia entre la valentía personal y el proyecto político.
Creo que la historia es conocida: El diputado Rodrigo Gamarra retuiteó memes y otras cosas desagradables de la funcionaria Soledad Blanco y de la senadora Kattya González y ambas recurrieron a la jueza de paz de La Encarnación, Analía Cibils para que ella imponga sobre el diputado la censura mediante la ley 5777 “Sobre violencia contra las mujeres”.