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Delfino dijo a nuestro diario que el Ministerio Público recibió los contratos de adjudicación a Comtecpar. Agregó que los documentos son analizados para realizar otros pedidos, con base en el resultado de los exámenes.
El fiscal aseguró que se está trabajando para determinar si se cometió o no delito y en caso afirmativo, individualizar a los implicados. Hay una serie de críticas a la tarea del Ministerio Público, que pese a la gravedad de la denuncia de un presunto tráfico de armas y municiones que se importaron a nombre de los órganos de seguridad, no se haya imputado a nadie, ni tampoco se incautaron las balas que se comercializaron a particulares, en presunta violación a la ley de armas.
Los antecedentes revelan que municiones 5.56, que se importaron a nombre de la Corte Suprema de Justicia eran vendidas a particulares, pese a la prohibición legal de comercializar el material bélico destinado a los órganos de seguridad del Estado.
Sin embargo, la Dimabel autorizó a Comtecpar que venda las municiones.
Carlos León, presidente de la empresa, alegó que solicitó autorización de Dimabel para comercializar las balas importadas a nombre de la Corte, debido a que la máxima instancia no tenía presupuesto para las municiones.
Aunque en la Corte aseguran que solo adjudicaron a Comtecpar la provisión de 3.000 balas. La firma, empero importó 12.500 municiones, muchas de las cuales fueron vendidas a civiles.
Esto apenas sería un indicio del presunto tráfico de armas, que sobre todo salpicaría al Ejército, que habría adjudicado a Comtecpar la provisión de material bélico por más de 30.000 millones de guaraníes.
El fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón había conformado un equipo de trabajo integrado por Delfino, Sandra Quiñónez y Francisco Ayala para indagar la denuncia. Las averiguaciones se tienen que hacer bajo la supervisión del fiscal adjunto de la Unidad Antisecuestro, Alejo Vera.
Hasta al momento, la Fiscalía se limitó a pedir informes y la investigación, sugestivamente, aún no tiene un resultado concreto.
Para redes de narcos
De acuerdo a investigaciones de la Policía brasileña, el 20 por ciento de las armas de guerra incautada de bandas de narcotraficantes, proviene de Paraguay y Bolivia, entre otros países.
Publicaciones del periódico Los Tiempos de Bolivia, incluso refieren que las armas robadas del Ejército de dicho país, habrían tenido como destino las FARC, de Colombia.