“El tribunal declaró que estaba comprobado que fue el padre. Las pruebas psicológicas, no solamente la cámara Gesell, sino las pruebas psicológicas anteriores, la batería de test donde salen una significación simbólica sexual, que fue claramente explicado al tribunal por la perito que hizo la batería de tests”, explicó la abogada querellante Cecilia Pérez.
La teoría de supuesta alienación parental planteada por la defensa fue descartada ante el cúmulo de pruebas producidas en juicio.
En sus alegatos finales, la fiscala Stella Marys Cano solicitó una condena de 5 años, mientras que la querella pidió 6 años de prisión. Sin embargo, el colegiado resolvió aplicar una sanción de 3 años y 6 meses y mantener las medidas sustitutivas de prisión del condenado, hasta que la sentencia quede firme.
“La pena es inferior a lo que pedimos, pero no hay que dejar de tener en cuenta que acá lo que se busca es proteger al chico y no solamente la sanción al padre. Y para aumentar la pena hay que hacer otro juicio y eso ya está durando demasiado tiempo. Evaluaríamos si apelamos o no, pero inicialmente no porque sería volver a hacer un juicio, volver a exponer todo, eso hay que sopesar siempre”, explicó Pérez, quien indicó que ahora gestionará la pérdida de la patria potestad.