Con pruebas voluntarias buscan a padres de “bebés de las fuerzas de Paz”

NUEVA YORK. De modo discreto, sin publicidad, la ONU propone pruebas de ADN para buscar a los padres de los llamados “Bebés de fuerzas de paz”, nacidos de relaciones entre los Cascos Azules y las mujeres de países en los que se encontraban en operaciones.

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La importante decisión fue revelada de fuentes diplomáticas del Palacio de Vidrio (sede de la organización) después de la difusión del informe de Oios (el servicio de investigaciones internas de la ONU), según el cual los militares de las fuerzas de paz desplegados en diversos países solicitaron “habitualmente” prestaciones sexuales a cambio de alimentos, dinero, vestidos, teléfonos celulares o perfumes.

Esos servicios sexuales fueron requeridos incluso en un país como Haití, devastado después del terremoto de 2010.

De acuerdo con una declaración del jefe de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Zeid Raad Al-Hussein, los hijos nacidos de esas relaciones están viviendo en condiciones desesperadas, en ambientes de miseria, y establecer una posible paternidad podría permitir que reciban ayuda humanitaria.

La prueba no es obligatoria y se trata en todo caso en una cuestión delicada porque los países que contribuyen con el despliegue de fuerzas de paz de la ONU no recibirían favorablemente una práctica que puede revelar no sólo la paternidad, sino también los abusos contra la población civil. De hecho, casi la mitad de las denuncias de paternidad reportados desde enero de 2010 -o sea, 14 sobre 29 – fueron realizadas por niñas menores de edad que dijeron haber sido víctimas de abusos sexuales.

Otro informe de la ONU indica que el método más adecuado para hacer frente a las reclamaciones sería constituir un banco de datos de ADN de todos los integrantes de las fuerzas de paz.

El expediente de Oios indica que existen 480 denuncias de abuso sexual en el período comprendido entre 2008 y 2013, y se refieren en particular a las misiones en Congo, Liberia, Haití y Sudán del Sur. Un tercio de las denuncias implica a menores de 18 años.

Actualmente Naciones Unidas cuenta con más de 125.000 soldados, unidades de policía y civiles desplegados en 16 operaciones de paz en el mundo y el abuso sexual sigue siendo un problema, debido a que las víctimas intentan ocultar su condición, por el agravio y la vergüenza que implica para su familia o su entorno.

Sin embargo, el subsecretario General Adjunto de Apoyo sobre el Terreno de la ONU, Atul Khare, dijo que “sigue habiendo problemas que deben abordarse, pero no debemos perder de vista los resultados obtenidos a través de los esfuerzos de las Naciones Unidas y los países miembros que han ayudado a reducir las acusaciones contra el personal de la organización internacional”.

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