Obras de emblemáticos compositores de la música popular brasileña y de la música tradicional paraguaya, deleitaron anoche al público que se congregó en el centro cultural Mangoré - Agustín Pío Barrios, de Ciudad del Este, para disfrutar de una gran Gala Orquestal Binacional en conmemoración a los 202 años de la independencia del Brasil. Con más de 60 músicos, la Orquesta Filarmónica Alto Paraná (OFAP), liderada por el maestro Juan Ramón Vera, hizo sentir desde “saudades” hasta mucha felicidad a los presentes. También se lanzó el libro “Santos Dumont en las cataratas”, de Micael Da Silva.
Al asumir como presidente de la República, Santiago Peña prometió trabajar un eje al que llama “Paraguay sano”. Pero al cumplirse un año de su gobierno, la salud del Paraguay está cada vez más enferma, a juzgar por lo que está pasando en los hospitales públicos, donde los techos se derrumban sobre quirófanos y no hay guantes, antibióticos, ni una aspirina. El dolor quiebra la garganta de pacientes que cuentan lo tremendo de la situación.
Qué lindo sería que todos viviéramos en el país de ellos, el de los cartistas, en el que si querés, tu hija estudia en el Reino Unido a costa del Gobierno; le conseguís una camioneta de súper lujo a tu secretario para que no ande a pata; y planeás gastar G. 20 mil millones en mejorar tus oficinas legislativas porque, claro, te sobra la plata y a los hospitales públicos la gente va más bien por deporte. Pero en el país de ellos, que se alimenta de lo que nos explotan, reina la impunidad, aunque dicen que la moral y las buenas costumbres, se respetan.
El panorama para el intendente de Asunción, Óscar “Nenecho” Rodríguez, tiende a oscurecerse cada vez más. Lejos de la prepotencia que sostenía en sus discursos hace un mes y medio, cuando se denunciaba el desvío de G. 500.000 millones en bonos para obras que no se hicieron, este viernes, durante el allanamiento de tres fiscales a sus oficinas, no dio la cara. Calladito, ahora que está investigado por lesión de confianza, su suerte pareciera pender solo de los pantalones de su líder, Horacio Cartes.
Óscar “Nenecho” Rodríguez, el intendente colorado cartista de Asunción, es todo un campeón. Desapareció del balance general 2023, G. 500 mil millones en bonos para obras y justo cuando debía dar la cara por sus actos, se mandó mudar a Europa en coincidencia con la final de la Champion League. Es que todo lo puede y podrá, mientras siga arropado con el vergonzoso manto de impunidad con que le benefician sus padrinos políticos.
“¡Odio a los pitufos, odio a los pitufos!”, gritaba nervioso Gargamel, golpeando el suelo con los puños cerrados, en los cómics de Peyo. Parodiando, en estos días corrieron memes del diputado Yamil Esgaib, al que le dicen “Gargamel”, en igual situación, gritando “odio a los periodistas, los odio!”. Ambas reacciones, la de la historieta y la del legislador arrebatando micrófonos, son resultado del mismo sentimiento: la frustración. Gargamel nunca podrá atrapar a los pitufos. Esgaib y sus colegas cartistas nunca podrán acallar las denuncias que se realizan mediante el ejercicio de la libertad de prensa.
El presidente Santiago Peña siempre fue liberal, hasta que literalmente de la noche a la mañana, pasó a portar el pañuelo colorado que le enroscó al cuello su mentor, Horacio Cartes. Es el mismo que lidera el gobierno que consideró el dinero del Fonacide -proveniente de Itaipú- como muy importante, y basó en ese fondo el 80% de los recursos para su programa estrella, Hambre Cero; pero una semana después de promulgar la Ley, dijo que Fonacide no era un dinero seguro y que por eso la FF10 (recursos del Tesoro) es mejor para “blindar” el Arancel Cero.
La media sanción al proyecto de Ley “Hambre Cero en las Escuelas” confirma que el Gobierno y los legisladores cartistas que lo impulsan, tienen hambre, mucha hambre, pero no precisamente de comida, como la que urgen los niños, sino hambre de dinero, de poder, mientras intentan saciar también su sed... de venganza.
Dos modelos de hacer política se enfrentan en estos días y podrían ser representados en dos legisladoras: por un lado, Kattya González, quien perdió su banca en el Senado por ser opositora, y por otro lado, Norma Aquino, alias Yami Nal, senadora oficialista cartista.