El Paraguay ha “coqueteado” toda su historia con el absolutismo y el liberalismo, con la Dictadura y la Constitución, con las ideas impuestas por un tendotá y con las ideas de la Revolución Francesa. Ese peligroso “coqueteo” hoy nos lleva a jugar entre República o Narco Estado.
Las variables macroeconómicas de los países bolivarianos (Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina como principales exponentes) o donde se practica la economía etiquetada como del socialismo del siglo XXI se caracterizan por su alta inestabilidad: altos niveles de inflación o pérdida de poder adquisitivo de los consumidores “bolivarianos”, pérdida de competitividad de las empresas “bolivarianas”, depreciación aguda de la moneda nacional de los mencionados países bolivarianos respecto al dólar americano y, por consiguiente, un clima de inseguridad para las inversiones extranjeras y nacionales “bolivarianas” y de permanente fuga de capitales, lo que agrava aún más la situación económica de los mencionados países del bloque bolivariano. Mientras la economía paraguaya, a pesar de una clase política todavía en deuda con su pueblo, ha mantenido niveles aceptables de inflación, dólar estable, déficits públicos moderados y un volumen de reservas internacionales realmente envidiable.
