“Creo que hicimos un gran trabajo. Empezar delante hace una gran diferencia; realmente disfrutamos. Fue una pena que los últimos 50 metros antes de las dunas tuvimos un pinchazo y perdimos como unos cinco minutos. En general fue un gran día”, dijo al llegar al campamento.
Laia Sanz, que afronta su primer Dakar en coches tras participar, y terminar, 11 en moto de forma consecutiva, volvió a demostrar su velocidad en la segunda etapa en la que la organización no decide darle un puesto más retrasado de salida del que debería por tiempos, y que complica mucho la etapa por el polvo y el tráfico con el que tiene que lidiar.
