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Resultado, un factor anímico importante
El partido se desarrolló en un hermoso y gigante escenario, pero con un ambiente casi desolador por la baja convocatoria. Los protagonistas parecen haberse puesto de acuerdo para actuar a los trotes, a ritmo de práctica. Por largos pasajes el juego se desarrolló en “cámara” lenta, hasta que el defensor José Córdoba, en función ofensiva, ocasionó una gran intervención de Carlos Coronel, que sigue dejando más dudas que certezas.
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El arquero brasiguayo alternó buenas y malas, con errores de salida contagiados a sus compañeros de la última línea. Los zagueros estuvieron en todas, tanto en las fallas como en el acierto que movió el tablero y cortó una larga sequía albirroja.
Un tiro de esquina con justeza de Matías Rojas fue conectado por Gustavo Velázquez para aplicar de atropellada el frentazo potente y colocado. Una anotación después de más de 400 minutos, señalada por el laborioso deportista de Yataity del Norte, apodado Kururu (sapo), quien se ganó la titularidad.
En ningún momento el espectáculo alcanzó un alto nivel. Lo máximo que llegó fue a una línea intermedia con el seleccionado panameño apretando en busca del empate, que pudo haber llegado a través del testazo de Fajardo que resultó fallido.
Acciones interesantes del veloz Amiguito Sosa y el talentoso pero muy individualista Julio Enciso, que literalmente tiene madera, al ser de Caaguazú, pero que puede ser mucho más influyente con el trabajo en equipo.
Se registraron acciones que merecían el uso de la tecnología con posiciones adelantadas justas, pero que al final pasaron de largo al no existir el VAR.
Como generalmente ocurre, los cambios masivos desnaturalizan los amistosos y como en esta ocasión se registraron 12, hubo más cortes que un juego fluido.
La victoria no es para recurrir a la pirotecnia, menos para acudir en masa en los alrededores del Panteón Nacional de los Héroes, primero porque el rendimiento no alcanza y el rival tampoco es un gran potencia como lo es Colombia, rival del estreno en Estados Unidos y probablemente el seleccionado más en forma de la región.
Daniel Garnero tiene muchas cosas por corregir. Al menos el paso por Centroamérica sirve para mejorar el ambiente y pensar en un mejoramiento sobre todo proyectando las Eliminatorias, porque Paraguay debe clasificar al Mundial 2026, más aún con las plazas ampliadas.