Rotella, un geómetra de 36 años que ya tenía en su poder la anterior plusmarca, ha surcado la geografía italiana de punta a punta: desde los fríos Alpes del norte hasta las cálidas playas de la sureña región de Auplia, en el viaje en skateboard más largo de la historia y el de mayor distancia recorrida en un mismo país.
"Después de haber conseguido el Récord Guiness patinando de Italia a Hungría (1.377 kilómetros) quise repetir la experiencia porque, a pesar del enorme cansancio que supuso, fue maravilloso y el reconocimiento de una superación personal que necesitaba volver a vivir", reconoce Rotella en una entrevista con EFE.
UN AMOR ADOLESCENTE
Su pasión por este deporte sobre ruedas renació a los 30 años, más de una década después de que la prudencia le llevase a aparcar los patines que le acompañaron durante parte de su adolescencia.
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“Aprendí a patinar a los 15 años, pero lo dejé porque en ese momento participaba en competiciones de danza y me parecía peligroso. No fue hasta 15 años después que entré en una tienda de ropa donde vendían un skate que me llamó la atención y retomé la afición casi como una broma”, recuerda.
Pocos años después de volver a surcar las calles sobre ruedas y con un Récord Guiness que le sabía a poco, el pasado 1 de junio Rotella salió de Bolzano (norte) con su skate eléctrico y las baterías bien cargadas dispuesto a llegar hasta la otra punta de Italia y disfrutar de unas vacaciones en las que el descanso no era una prioridad.
"He planificado, financiado y realizado este viaje por mi cuenta para hacerlo durante mi tiempo libre. No tengo ningún tipo de patrocinio, viajo sin ayuda, lo pago todo de mi bolsillo e invierto mucho esfuerzo y dinero en la que se ha convertido en mi pasión", explica.
PROBLEMAS SOBRE RUEDAS
La aventura no ha estado exenta de dificultades, desde unas baterías que perdían su autonomía o la fatiga de pasar tantas horas de pie, hasta carreteras mal asfaltadas, días calurosos y fuertes lluvias.
El mal tiempo ha arruinado el último tramo de su viaje y ha impedido a Rotella mantener la ruta inicialmente prevista, que ha tenido que terminar a las puertas de las playas de Gallipoli, unos kilómetros antes de la simbólica Santa María de Leuca, el punto más sureño del tacón de la bota italiana.
Pero en el tramo final de la larga excursión esperaban aún más sorpresas: a menos de 4.000 metros de su destino las baterías del patín han llegado a mínimos y han puesto a prueba la resistencia de la carga de emergencia que Rotella siempre lleva en la mochila.
Contratiempos aparte, el Récord Guiness llegó poco antes del mediodía de este miércoles, al llegar a los 1.378 kilómetros del viaje, "en mitad de la nada y con mucha fatiga acumulada", explicó Rotella antes de continuar con un complejo tramo final del recorrido.
En la línea de llegada, en la pequeña ciudad de Gallipoli a las 17.00 horas locales (15.00 GMT), esperaban al skater sus padres, que celebraron con él el nuevo logro.
"En esta vida mía, a veces vacía que intento llenar con viajes de Guiness, con las dos únicas personas con las que puedo contar siempre es con mi madre y mi padre", apuntaba en sus redes sociales.
Ahora Rotella terminará sus intensas vacaciones y volverá a su vida habitual de geómetra en un estudio de ingeniería, donde entre dibujos y diseños planeará su siguiente aventura de récord a bordo de su tabla de skate.