Los restos del guitarrista Cayo Sila Godoy descansan

Una sencilla pero emotiva ceremonia fue la que familiares, colegas, alumnos, autoridades y amigos rindieron a quien fuera en vida un reconocido guitarrista de nuestro país. Sila Godoy fue también recordado como un artista de gran prestigio para la nación.

Una versión clásica de la guarania Ñemity sonaba de manos de la concertista Luz María Bobadilla, mientras los restos mortales de quien fuera su maestro llegaban al camposanto y sus allegados contemplaban.

“La guitarra culta del Paraguay y del mundo está de duelo con la partida física del maestro de maestros”, dijo Aníbal Benítez Navarro, y lo recordó como un hombre que entregó su talento, su técnica, su disciplina y su amor al arte. Destacó que si Sila Godoy no hubiese seguido la huella de Agustín Pío Barrios, hoy quizá no hubiésemos hablado de Mangoré. Rememoró, asimismo, que el expresidente norteamericano John F. Kennedy invitó al guitarrista a realizar giras en distintas ciudades de EE.UU. en 1963.

Otros guitarristas se sumaron a musicalizar la despedida con polcas y guaranias, mientras Margarita Morselli, directora del Cabildo, recordó algunos reconocimientos que Sila Godoy mereció, como Maestro del Arte en el 2006 y el Premio Nacional de la Música en el 2013, además resaltó que era el exponente más calificado, “quien instaba a crear conciencia sobre la importancia de los materiales y documentos que teníamos de él y que sabiamente los supo guardar”. Agregó que el pueblo debe sentirse orgulloso de haberlo tenido.

Ana Martini, directora de la Manzana de la Rivera, se sumó con sus palabras. Mencionó que Sila Godoy no solo ha trazado un rumbo sino que dio la posibilidad de reflexionar sobre su obra y de seguir transitando y escribiendo la historia. “Es una pérdida fundamental para todo el Paraguay y su cultura”, reflexionó.

La Asociación de Músicos del Paraguay también se hizo presente. Higinio Molinas, su presidente, recordó el último cumpleaños del artista que festejaron juntos y este vibraba con orgullo y se sentía feliz.

El guitarrista Felipe Sosa expresó su tristeza por la pérdida de un “gran hombre que ha dedicado su vida a la perfección del arte”. Aseguró que nunca va a olvidar todo lo que pasó con él. “Cuando andábamos juntos, eras un padre para mí, me transmitías tus conocimientos sin recelo ni egoísmo. Tu figura va a seguir viviendo en el corazón de todos los paraguayos”, finalizó.