Cargando...
El 14 de mayo de 2010, la Compañía Paraguaya de Comunicaciones (Copaco), bajo la presidencia de Mario Esquivel, firmó un contrato de G. 7.300 millones con la empresa N&H Instalaciones Industriales
SA, representada por Néstor Cáceres Giménez.
La contratista debió instalar radiobases para la expansión de su red inalámbrica (línea alta) en varias zonas rurales. Los trabajos debían durar 180 días, pero se extendieron por 348 días. La multa que debió aplicar Copaco por los días de retraso era del 0,25% del valor total del contrato, según la cláusula vigésima del documento. Según dictamen de la asesoría jurídica, la Copaco le debió cobrar G. 549 millones en concepto de multa, pero el directorio de la compañía decidió cobrar la irrisoria suma de G. 10.781.514 a la empresa representada por Cáceres Giménez.
El reporte de hechos punibles de la Dirección de Auditoría Forense de Contraloría fue emitido el 15 de setiembre último, día que también fue enviado al Ministerio Público para su investigación penal.
Recordemos que hace cuatro meses (el 6 de mayo) la Contraloría envió a Copaco el informe de auditoría de 138 páginas, que la Auditoría Forense tomó de base para determinar el daño patrimonial de G. 548 millones. Le aconsejó abrir un sumario para deslindar responsabilidades e individualizar a los responsables, lo que nunca hizo la compañía. No solo la aplicación irrisoria de la multa detectó Contraloría. También reveló otras anomalías como sobrefacturaciones y concesión del mismo trabajo a dos empresas.
La licitación pública la habían ganado tres firmas: Telmec SA, representada por Marcos Martínez Pettengill (G. 9.591 millones); Rieder, por Juan Rieder Celle (G. 6.180 millones) y N&H.