Barnes, director gerente del diario The Gleaner, de Kingston (Jamaica), destacó que aunque las “noticias falsas” han “eclipsado y socavado el importante rol del periodismo en dar a conocer la verdad”, al mismo tiempo han ayudado a mostrar “la relevancia de los medios reconocidos y de las instituciones basadas en el periodismo”.
“Esos medios, junto con algunas instituciones civiles, están dedicados a crear mecanismos de comprobación de hechos para denunciar mentiras, falsedades y omisiones”, subrayó.
Su papel ha cobrado “un nivel de importancia mayor”, agregó. Barnes se hizo eco también de los desafíos que la era digital, con “sus avances extraordinarios en comunicación”, plantean al modelo de negocio de los medios y llamó a sentirse “alentados” porque hay algunos que han encontrado alternativas en “un ambiente general marcado por una reducción de los ingresos tradicionales por publicidad y suscripciones”.
En este sentido, expresó que pese al cierre de medios tradicionales escritos, audiovisuales y también digitales, hay “algunas señales positivas” de parte de medios que siguen compitiendo con más “fiereza” por una cuota de la audiencia.
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Barnes se refirió además a los ataques sufridos por periodistas y medios a lo largo de 2019. Este año “de nuevo hemos tenido que centrar nuestros esfuerzos en una lucha que nos llena de desesperación. Hemos perdido 22 periodistas, la mayoría asesinados en México y en Honduras, Colombia, Brasil y Haití, los cuales fueron silenciados por el crimen organizado y la corrupción, a menudo en combinación”.
Se refirió luego a los países donde las protestas sociales alimentaron la violencia contra los periodistas y las empresas de comunicación. Entre los medios atacados mencionó a El Líder, El Mercurio y La Estrella de Valparaíso, en Chile; Teleamazonas y El Comercio, en Ecuador, y Radio Ichilo, el canal universitario de Cochabamba, Unitel, Mega, Bolivia TV y Patria Nueva, en Bolivia.
En países “no democráticos”, como Nicaragua y Venezuela, también hubo ataques a la libertad de expresión, recordó. El Nuevo Diario dejó de publicarse y otros medios periodísticos están en riego de desaparecer en Nicaragua ante el “autoritarismo galopante” del presidente Daniel Ortega.
En Venezuela, “el gobierno de Nicolás Maduro ha cerrado más de 70 medios en años recientes y bloquea páginas web y portales digitales”, agregó.
