“Dentro de los próximos diez días, presentaré un proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo”.
Con su discurso, Fernández marcó las prioridades de su gobierno, a 81 días de su asunción. Debido a este acto, declinó la invitación a la toma de mando del presidente uruguayo Luis Lacalle Pou en Montevideo.
Fernández se dirigió ante un Congreso donde el peronismo y sus aliados tienen mayoría en el Senado y son la primera fuerza en la Cámara Baja.
“El aborto sucede, es un hecho” al que mujeres recurren “en las más absoluta clandestinidad”, alegó el Mandatario.
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En Argentina, como en casi todos los países occidentales, el aborto ya es legal en los casos de peligro de vida de la mujer o si el embarazo fue producto de una violación.
Pero organizaciones feministas radicales plantean que se pueda realizar el aborto sin necesidad de ningún motivo.
“Toda sociedad necesita respetar la decisión individual de sus miembros a disponer libremente de sus cuerpos”, aseguró ante la algarabía de legisladores que apoyan ese proyecto.
El tema tuvo alta repercusión social en la Argentina cuando se debatió, y se rechazó, en el Congreso, hace año y medio.