Cerca de 19.000 familias asuncenas tuvieron que abandonar sus hogares

Cerca de 19.000 familias damnificadas, provenientes de los Bañados Norte y Sur de Asunción, ya tuvieron que abandonar sus viviendas debido al avance de la crecida. La mayoría se instala en plazas, calles y clubes privados y otros en casas de familiares. El nivel de las aguas del río Paraguay se encuentra en 7,84 metros. Meteorología pronostica más lluvias para hoy y mañana.

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Ante el avance sin tregua de las aguas –aunque desde hace unos días de manera más lenta–, la Municipalidad de Asunción, a través del Consejo Municipal de Emergencias y Desastres (Comueda), dispuso que los damnificados utilicen espacios públicos para su asentamiento.

A la fecha ya existen 115 refugios, diseminados en diferentes sectores de nuestra ciudad, para 11.608 familias (6.200 familias del Bañado Sur y 5.408 familias del Bañado Norte). “Existen familias salientes de los refugios en ambos bañados que se ubican en casas de parientes o de amigos”, destacó Víctor Hugo Peralta, director de Comueda.

Espacios públicos

Según manifestó, ante la contingencia, entre los espacios empleados como áreas de asentamiento, además de los cuarteles militares, se cuentan las plazas, calles y clubes privados inclusive. “En el caso de los clubes deportivos, la Municipalidad asume el compromiso por escrito de dejarlos en buen estado y repararlos luego de que las familias afectadas se retiren”, aseguró el directivo.

Dijo también que las comisarías zonales realizan control y vigilancia aleatorios, en los refugios donde se reportan riñas entre asentados, violencia intrafamiliar, alcoholismo o drogadicción.

“Hay coordinadores en cada refugio que trabajan por la concienciación de las familias, instando al respeto entre los damnificados y los vecinos del sector”, expresó.

Acotó que entre los problemas denunciados en los asentamientos y que requieren respuesta integral por parte de las autoridades municipales y nacionales se cuentan la generación de basura y la higienización de baños.

“Esta situación genera numerosos problemas. Llevarles a sectores lejanos de sus zonas de residencia original es casi imposible, porque muchos quieren estar cerca de sus casas anegadas, para evitar los hurtos”, contó.

Dijo que las inundaciones traen aparejados también muchos problemas laborales, como en el caso de los que trabajan en las areneras, que hoy están inundadas, y los puertos privados, que trabajan solo al 50%. Lo mismo pasa con metalúrgicas, chancherías, etc.

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