Añade que, atendiendo los ruegos y los deseos del clero y fieles para la ordenación del culto divino, la administración de sacramentos -manifestados a través de la carta de Mons. Giménez- por la fuerza de las facultades especiales otorgadas por el Sumo Pontífice, Francisco, la Santa Sede eleva la iglesia del Santuario dedicado a Dios en honor de la Inmaculada Concepción de la Beata Virgen María y Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, de la ciudad de Caacupé, Paraguay, donde el pueblo honra a la mismísima mensajera de la piedad y la Madre urgente que socorre en todas las necesidades de la Iglesia, la honran en permanente culto, con el título de la dignidad de Basílica Menor, con todos los derechos y las concesiones.
Fue emitido por la Gobernación del Culto Divino, el 25 de junio de 2015, y dado a conocer ayer.
Basílica Menor y Basílica Mayor
Para que un templo sea declarado “Basílica” debe ser un foco espiritual, tener una estructura destacada y poseer un tesoro espiritual. El título oficial otorgado a la, ahora, Basílica de Caacupé es el de “Basílica Menor”, pues el concepto “Basílica Mayor” es aplicado solo a los cuatro templos católicos de mayor rango en el mundo: San Pedro, en el Vaticano; y San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor, en Roma.
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Es así que todas las demás basílicas del mundo son “Basílicas menores” y no, precisamente, por tener una dimensión reducida. En las “Basílicas mayores” solo el Papa puede oficiar misa en su altar mayor.